Antes debemos empezar definiendo el concepto. En concreto, hablamos de una cubierta consistente en una placa que se coloca unos centímetros por debajo del techo real.
¿Y por qué se recurre a ellos? Pues básicamente por los beneficios que citamos a continuación:
Funciona como aislante térmico. De hecho, conseguimos calentar o enfriar la estancia en mucho menos tiempo.
Absorbe los sonidos.
Oculta de maravilla el cableado, las tuberías de gas o agua.
Mejora la estética, sobre todo cuando buscamos conferir un toque más bonito a la decoración.
Aumenta la iluminación.
En suma, los falsos techos están repletos de ventajas y, por este motivo, nos encanta recurrir a ellos. De esta manera, podemos destacar las siguientes clases de falsos techos:
Falsos techos registrables: Se pueden montar y desmontar con gran facilidad
Falsos techos continuos: Son muy comunes en las viviendas, pero a diferencia de los anteriores no admiten ser desmontados.
Falso techo de pladur: Es muy fácil de instalar y mantener. Sin duda, es un material que no pierde vigencia y resulta muy económico dado que combina láminas de cartón y yeso.
Falso de techo de lamas: En este caso nos referimos tanto a lamas de madera, como de aluminio o de vinilo. Una de sus ventajas es que aportan un aire moderno y gustan mucho en viviendas residenciales. Sin duda, las de madera resultan muy elegantes, pero si se rompe una cañería puede acabar estropeándose a causa de la humedad del agua. Otro inconveniente es su poca resistencia al fuego, pues la madera no es ignífuga y, por supuesto, no podemos pasar por alto este detalle.
Falso techo de fibra de vidrio: Ofrece una excelente capacidad de aislamiento acústico.
Falso techo de placas de vinilo: Aísla muy bien de la humedad y esta característica las hace muy apropiadas para instalarlo en un baño o una cocina.
Falso techo de placas Troldtek: Este material está formado por un aglomerado de madera mezclado con tiras de cemento.
Llegados a este punto seguramente a muchos les asalta la duda acerca de cuál es el más adecuado. Todo dependerá del presupuesto y la calidad que busquemos. Pero ya te adelantamos que los registrables son perfectos en el caso de que queramos acceder de una manera sencilla al mantenimiento de las redes de saneamientos, tuberías o cableado.
En conclusión, existen muchas opciones y todas ellas son excelentes. Lo más adecuado es que pidas asesoramiento a los expertos para que, dependiendo del caso, te brinden la mejor solución posible. En cualquier caso, este artículo elaborado por los especialistas de Leroy Merlín te puede ilustrar un poco más acerca de este tema.
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