Lo cierto es que la economía no vive su mejor momento, pero ello no quita para que determinados perfiles de clientes se hayan animado a dar el paso. En este sentido, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo un 3,4 % de los españoles tiene pensado comprar una nueva casa a pesar de la adversa situación que vivimos.
Por este motivo, las entidades financieras están esforzándose por mejorar las condiciones de los créditos y, de esta manera, recuperar la demanda perdida.
Pero eso no quita que miren con lupa y con recelo a los peticionarios de los créditos hipotecarios cuya solvencia quieren tener más que clara. Por lo tanto, esas ventajosas condiciones solo estarán al alcance de aquellos que demuestren una buena capacidad económica.
La tendencia era ya clara, pero tras la COVID-19 se hace aún más evidente el cambio de hipotecas de interés variable a fijo. De hecho, la situación sanitaria ha traído cambios importantes a las hipotecas. A grandes rasgos, podemos hablar de las siguientes particularidades:
Se aprecia una bajada de los tipos de interés actuales, sobre todo los de tipo fijo. Esto último ha propiciado –recordamos– que las de tipo fijo se hayan vuelto más populares entre los clientes, tal y como podemos leer en este artículo del medio digital Ejeprime.
Siempre ha sido un paso necesario comparar condiciones e hipotecas, pero ahora con la COVID-19 parece aún más indispensable. No podemos olvidar que si cumplimos los requisitos de solvencia que nos solicita el banco, podremos beneficiarnos de la batalla entablada entre los bancos para robar clientes a la competencia. No en vano, en muchas ocasiones nos encontramos con unas hipotecas más baratas que las previas a la crisis.
Incluso es posible hallar hipotecas a precios históricamente bajos, pero a las que solo podrán acceder aquellos clientes que acrediten unos ingresos mínimos de 4.000 euros mensuales.
En suma, si tenemos solvencia y nuestras condiciones laborales son propicias, parece claro que la actual pandemia no supondrá un impedimento para que logremos nuestra hipoteca. De hecho, es muy probable que consigamos unas condiciones muy ventajosas.
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