Sin embargo, las viviendas de protección oficial, a cambio de ser una ayuda para acceder a la vivienda, cuentan con algunos requisitos para su disfrute, entre los que se encuentran condiciones para la venta. Sigue leyendo para enterarte de si se puede vender un piso de protección oficial, las condiciones para hacerlo y los pasos que debes seguir si este es tu deseo.
Las viviendas de protección oficial (VPO) también se conocen como viviendas de protección pública, y se trata de un tipo de propiedad con un precio rebajado al encontrarse subvencionado por el Estado. Este tipo de propiedades están destinadas a facilitar el acceso a la vivienda de extractos de población con menos recursos. Tendrán un tamaño máximo de 90 m2, 180 m2 en caso de tratarse de personas con discapacidad y de 120 m2 como máximo en caso de tratarse de familias numerosas.
Otra ventaja es que su precio siempre está por debajo del precio de mercado y su uso está regulado por Ley, así como su venta o puesta en alquiler.
Si conseguir una vivienda de protección no es sencillo debido a su número limitado y los requisitos que hay que cumplir, más complicado todavía es conseguir venderla. En cualquier caso, es posible vender un piso de protección oficial, pero no es sencillo. Hay que cumplir unas condiciones.
Para que puedas vender una vivienda de protección oficial (VPO) sin descalificar deberán haber pasado un mínimo de 10 años desde que la compraste, y el precio no podrá ser mayor al establecido por ley, que se recoge en el decreto 2114/1968 de 24 de julio.
Si deseas vender una vivienda de protección oficial, es importante considerar lo siguiente:
Debe transcurrir un período de al menos 10 años desde la compra hasta la venta para que pierda su condición de vivienda protegida, aunque existen excepciones a esta regla.
El precio de venta no puede exceder el límite establecido por la ley.
Debes encontrar un comprador que cumpla con los requisitos para ser propietario de una vivienda de protección oficial.
Además, es necesario reunir la siguiente documentación relacionada con la vivienda de protección oficial:
El documento de identidad (DNI) del propietario de la vivienda de protección oficial.
Los comprobantes de las ayudas recibidas.
El certificado o contrato de la hipoteca que detalle el tipo de préstamo, incluyendo si está subvencionado o si tiene convenios especiales.
La calificación de la vivienda como protegida.
El número de expediente del terreno o finca.
La nota simple registral de la propiedad.
Una vez que tengas toda esta documentación, deberás presentarla en la Oficina de Vivienda de tu localidad y solicitar la autorización correspondiente para llevar a cabo la venta.
Al presentar la solicitud de venta a la consejería de tu Comunidad Autónoma se estipulará el precio máximo legal de venta de la vivienda de protección oficial. El tiempo que ha pasado desde la compra y la Comunidad Autónoma determinarán el precio máximo por el que podrás venderla.
Pero una cosa debe quedarte bien clara, nunca se podrá vender esa vivienda por un valor más alto del precio fijado por la administración.
Para vender una VPO deben pasar al menos 10 años entre la compra y venta para perder la condición de protegida, aunque hay excepciones a esta norma.
Si quieres vender una vivienda de protección pública en un plazo inferior a 10 años desde su adquisición, es necesario contar con una razón justificada.
Estas razones que justifiquen la venta de una vivienda de protección oficial pueden incluir:
Si cumples con alguno de estos criterios, deberás presentar una solicitud de venta ante la consejería de tu Comunidad Autónoma. Será en este lugar donde se determinará el precio máximo legal al que puedes vender la vivienda de protección oficial.
La descalificación de la vivienda de protección oficial se hace para venderla o alquilarla libremente y a precio de mercado. Pero ¿qué hay que hacer para descalificar tu vivienda VPO? Estos son los tipos de descalificación de una vivienda protegida:
Según la nueva Ley de Vivienda, las viviendas calificadas como protección pública se descalificarán automáticamente después de 30 años, aunque las comunidades autónomas pueden establecer plazos más largos, pero nunca inferiores a 30 años. En este caso, no se requieren trámites adicionales por parte del propietario.
En este escenario, la descalificación es solicitada por el propietario y requiere la presentación de cierta documentación. Este proceso solo puede llevarse a cabo después de que haya transcurrido el plazo del Plan de Vivienda al que esté sujeta la propiedad.
Los documentos necesarios incluyen una copia del DNI/NIF del solicitante, una copia de la escritura de propiedad de la vivienda y, en caso de existir, una copia de la escritura de cancelación del préstamo cualificado. Además, se debe solicitar una autorización específica en la comunidad autónoma correspondiente para poder alquilar o vender la vivienda.
La administración puede descalificar una vivienda de protección pública a través de una sanción cuando la propiedad ya no cumple con los requisitos para ser considerada una vivienda protegida.
Cuando el propietario descalifica la vivienda de protección oficial para venderla posteriormente, tendrá que devolver las ayudas exigidas junto con los intereses legales correspondientes a ese período.
Es decir, si quieres vender tu VPO antes de los diez años que marca la Ley, sí tienes que devolver las ayudas, si optas por esperar, no tendrás que solicitar una autorización. Y tampoco tendrás que devolver las ayudas que recibiste en su momento.
Debes de esperar 10 años, pero puedes hacerlo antes, cumpliendo una serie de requisitos que se especifican en el contenido.
En Andalucía, según lo que estipula la Ley 13/2005, de 11 de noviembre, que regula las viviendas protegidas, también son 10 años.
Si rechazas una Vivienda de Protección Oficial (VPO), las consecuencias pueden variar según la normativa y regulaciones locales, así como las condiciones del proceso de asignación de viviendas. En general, aquí hay algunas posibles implicaciones:
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