Antes que nada conviene que expliquemos en qué consiste esta inspección. Lo cierto es que estamos ante una revisión muy similar a la ITV de nuestros coches en la que se busca comprobar la idoneidad de un edificio pasados los años. Este examen lo realiza un técnico autorizado con el objeto de comprobar el estado de la finca, así como la estabilidad de la infraestructura para lo cual tendrá que acceder a las zonas comunes, e incluso deberá entrar a las viviendas, locales u oficinas que lo compongan en la fecha que les propongan a sus dueños.
Lo cierto es que todos los propietarios deben permitir el trabajo del técnico en su propiedad. De lo contrario, su negativa podrá ser objeto de sanción.
Los datos recabados le servirán para elaborar un informe en que indicará si el edificio es apto o no para seguir viviendo en él. Es posible que nos aconseje la realización de ciertas reformas para obtener el visto bueno para las cuales dispone de un plazo. Algunas de ellas, por cierto, se catalogan como:
Deficiencias leves
Así, normalmente, el técnico resuelve que el edificio es apto, apto provisional o apto cautelar. En este artículo de la web Arquitectura Legal podrás informarte con más detalle.
Dicho todo esto, es muy posible que desees vender la finca pero que por cualquier circunstancia justificada no cuentes con este certificado. Ten presente que este documento es preceptivo en la venta, pero podemos informar de ello al comprador, que éste se muestre conforme con ello y, por lo tanto, nos libere de su presentación.
En cualquier caso, conviene que el notario deje consignado este aspecto en el documento de compraventa. Así, se pronunció hace ya varios años el Consejo General de la Notaría.
No obstante, es muy posible que el comprador nos pida una rebaja en el precio dado que tras pasar la ITE puede que salgan a la luz graves deficiencias que pueden entrañar unos importantes gastos de rehabilitación y mejora del edificio que correrían de su bolsillo. Y, en suma, nosotros, como vendedores, perderíamos cierto margen de ganancia.
Aunque es posible que el comprador tenga problemas a la hora de obtener la hipoteca para la compra de la casa ya que falta este documento.
En definitiva, este tipo de negocios jurídicos son más que factibles y nada impide que se consumen siempre que el comprador esté debidamente informado y consienta en ello. No obstante, no siempre encontramos perfiles dispuestos a exponerse a correr con los posibles gastos de una reparación que puede ser especialmente onerosa.
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