Es cierto que las razones que nos mueven a cerrar la plaza de garaje o cerrar una terraza tienen que ver con la seguridad, pues queremos reforzarla, pero también porque queremos usar este espacio también como trastero. Pero ¿es posible? Pues sí que lo es, pero requiere que cumplamos previamente con ciertos pasos y reunir, en definitiva, los permisos necesarios. Si no los conseguimos, tendremos que renunciar a nuestro propósito a no ser que queramos problemas con la comunidad que podrá incluso pedir que se devuelva a su estado original; es decir, solicitar su demolición.
Dado que estamos ante un caso de ‘alteración de la estructura’ será preciso conseguir la unanimidad de la Junta de propietarios para poder realizar este cerramiento de la plaza de garaje.
No obstante, en la jurisprudencia podemos encontrar el caso de alguna sentencia que asegura que solo es preciso el voto favorable de las 3/5 partes de los propietarios y cuotas de participación para llevar a cabo esta modificación.
Pero no solo debemos recabar el permiso de la comunidad, sino que también
necesitamos el consentimiento del Ayuntamiento y asegurarnos de que esas obras cumplen con la normativa vigente.
En este sentido, la jurisprudencia (es decir, el conjunto de sentencias que podemos encontrar sobre el tema) es muy clara al respecto. Sin ir más lejos, podemos traer a colación la Sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante, de 29 octubre 2012, en virtud de la cual se condenó al propietario de la plaza de garaje cerrada a que demoliera la obra de cerramiento. Entre las posibles razones que justifican tal medida se citaba la alteración de la configuración de la plaza de garajes, así como que el cerramiento dificultaba las maniobras de aparcamiento, accesibilidad y visibilidad de otros propietarios de plazas.
En el caso de que la Junta se muestre conforme a estas obras, recuerda que debes atenerte a ciertas normas. En primer lugar, has de saber que no podrás invadir zonas comunitarias, así como tampoco el espacio perteneciente a las plazas vecinas.
Normalmente cuando nos decantamos por el cierre de la plaza lo hacemos aún a riesgo de reducirla puesto que –inevitablemente– te comerás una parte de ella debido a las obras.
En definitiva, siempre que cuentes con el visto bueno de la Junta y respetes la normativa urbanística del municipio, no habrá problema para que realices el cierre de tu plaza de garaje. De lo contrario, podrán plantear una demanda y solicitar la demolición de las obras.
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