Lo cierto es que en principio puede parecernos contradictorio poder generar frío a partir de calor, pero vamos a despejar las posibles dudas que plantea este sistema en el presente artículo.
Así que efectivamente es posible aprovechar la energía solar incluso para climatizar la casa. En concreto, estamos hablando de un sistema que combina de manera exitosa dos objetivos: la acumulación de energía térmica y la refrigeración solar.
Estamos ante toda una revolución que puede cambiar el consumo de KW en una casa. De hecho, se estima que entre el 20 y el 25 % de la energía consumida en el hogar se destina a climatización y el sol parece llamado a jugar un papel decisivo.
El funcionamiento es muy sencillo. En concreto, se basa en un circuito que incorpora un ciclo térmico-químico que se repite y que a partir de cambios de estados se cede o absorbe el calor. Así, el sistema se compone de los siguientes elementos:
Si quieres ahondar en el tema, este artículo publicado en el blog de Ovacen puede resultar de interés.
Sin duda, este mecanismo nos permitirá no solo de beneficiarnos de calefacción y agua caliente sanitaria durante los meses de invierno, sino también de conseguir refrigerar durante el verano. Todo ello sin contribuir al calentamiento global y perjudicar a la capa de ozono.
Además, a pesar de que el desembolso inicial es importante, con los años lograremos amortizar esta cuantiosa inversión. En este sentido, el frío solar garantiza un ahorro de hasta un 70 % de la energía, pues con este sistema se reduce el consumo de electricidad.
En definitiva, estamos ante un innovador mecanismo que está ganando popularidad dadas las evidentes ventajas que proporciona y el delicado momento climático que atravesamos.
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