Sin duda, adquirir una vivienda de obra nueva y sobre plano ofrece evidentes ventajas como la posibilidad de introducir mejoras en la casa, además de adecuarla a nuestro gusto eligiendo los acabados. Pero es cierto que es una tarea peliaguda que, como en toda compra de envergadura, nos exige permanecer atentos a ciertos detalles.
Ten presente que por obra nueva se entiende todo aquella que se adquiere directamente del constructor. Por lo tanto, tendremos que pagar impuestos como el IVA para su compra. En caso de ser de segunda mano, se abona el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos Documentados (AJD). Vamos a adentrarnos en todo ello
En el caso de que te decantes por una vivienda comprada sobre plano, debes tener en cuenta los plazos para su construcción pues es posible que quieras la vivienda cuanto antes pero debes atenerte a unos tiempos ineludibles. Ten presente que esto puede demorar hasta un año. Lo cierto es que los plazos nunca son exactos dado que pueden ralentizarse por causas ajenas a la constructora como retrasos en la aprobación de los permisos, demoras de los proveedores y demás elementos.
A la hora de realizar una compra de una vivienda conviene extremar las precauciones dado el alto compromiso monetario que supone. En este sentido, cerciórate de que la constructora es de absoluta confianza. Siempre es recomendable indagar acerca de su trayectoria, posibles causas ante los tribunales… Si tienes amigos que ya hayan comprado una casa con esta empresa, acude a ellos para que te cuenten su experiencia. En cualquier caso, internet se ha convertido en una valiosa fuente de información pues podemos recabar la opinión de infinidad de clientes que dan su opinión en las redes sociales.
Como decíamos, en las viviendas de obra nueva se abona el 10% de IVA. Por lo tanto, no olvides tener en cuenta este impuesto a la hora de planear tu compra.
Una de las muchas ventajas de las obras nuevas es que el constructor nos ofrece un determinado plazo de garantía en el caso de que ciertos elementos se estropeen. En concreto, hablamos de los siguientes:
Un año para los revestimientos, las puertas y las molduras.
Dos años para los sistemas de ventilación, así como problemas de fontanería y electricidad.
Diez años para los defectos que se pueden presentar en la estructura
Estamos seguros de que estos consejos te habrán resultado de gran utilidad y te guiarán en este momento en el que quieres tomar las mejores decisiones pero es cierto que andas un tanto perdido.
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