A pesar de que la transacción se puede realizar mediante un contrato privado en el que solo intervienen el comprador y el vendedor, muchos prefieren acudir al notario y hacerlo en documento público, el cual se llevará seguidamente al Registro de la Propiedad, donde cualquiera podrá informarse de que tú eres el propietario. Por lo tanto, la presencia de notario a menudo otorga protección y tranquilidad. En el documento de la escritura se deben incluir diferentes aspectos como las posibles cargas que pesan sobre la vivienda, el justificante del pago del último recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) satisfecho por el vendedor, el precio, su forma de pago, etc.
Otra de las preguntas recurrentes es cuáles son los documentos para escriturar una casa. En este sentido, es el vendedor en concreto, según leemos en la web de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quien deberá aportar el certificado de eficiencia energética, la cédula de habitabilidad, el certificado de deudas con la comunidad de propietarios, los estatutos de la comunidad de propietarios, la documentación de las juntas recientes, además de los últimos recibos pagados del IBI o una nota simple que debemos pedir en el Registro de la Propiedad. En concreto, la nota simple, tal y como podemos leer en la web del Colegio de Registradores de España, contiene una descripción de la finca, así como otros datos como el titular del inmueble, las cargas que este tenga (por ejemplo, si está sujeto a una hipoteca o no) y sus limitaciones (por ejemplo, servidumbres). También se suelen aportar las últimas facturas de suministros, como la luz y el gas, para acreditar su pago, así como para facilitar el cambio de titularidad.
Otra de las dudas habituales es cómo se hace la elección del notario y cuánto cuesta escriturar una vivienda. Aunque todos los notarios deben ejercer su trabajo con imparcialidad, es cierto que puede que tengas interés en acudir a uno en particular. En estos casos, en la web del Consejo General del Notariado nos hacen unas puntualizaciones: si las partes están de acuerdo, pueden acudir a cualquier notario, si no, la elección corresponde a quien debe pagar la totalidad o la mayor parte de los costes notariales. Este profesional se encarga de controlar la legalidad de la venta, comprobar la identidad y capacidad de los otorgantes, así como de la autenticidad de los títulos de propiedad. Además, nos puede aclarar posibles dudas legales que nos surjan con respecto a la firma.
Respecto al importe al que pueden ascender los gastos de notaría y registrador, en la web de la OCU nos facilitan una calculadora en la que, introduciendo nuestros datos, nos hacen una estimación aproximada de cuáles pueden ser los gastos de escrituración de una vivienda nueva.
Podemos concluir este artículo recordando la importante misión que realiza el notario, pues protege a ambas partes y se asegura de que todo es conforme a la legalidad, también comprobando que contamos con todos los documentos precisos. Además, puede aclararnos aquellas dudas que nos suscite la compraventa. Por lo tanto, aunque la escritura supone un gasto, la intervención del notario proporciona tranquilidad y seguridad jurídica.
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