Las energías verdes proceden de fuentes renovables que no se agotan como el sol o el viento, al contrario de lo que sucede con las energías no renovables cuyo origen es de combustibles fósiles. Pero nos ofrecen muchas más ventajas como las que siguen:
Las energías renovables resultan más seguras para nuestra salud, ya que no emiten gases contaminantes.
Fomentan la independencia energética y acaban –en suma– con la subordinación a otros países ricos en gas o petróleo. Esto posibilita, además, que nuestros propios hogares sean capaces de fabricar su propia energía e incluso venderla en caso de que sobre.
Crean más puestos de trabajo que las energías consideradas convencionales.
Cuidan del medio ambiente, puesto que la mayoría de ellas no producen emisiones CO2 u otras emisiones contaminantes a la atmósfera.
No obstante, no podemos pasar por alto que esta clase de energías también tienen sus contrapartidas que deben ser tenidas en cuenta. Las enumeramos a continuación:
La producción de energía verde está sujeta a las variables meteorológicas como falta de viento o sol. Por lo tanto, es irregular y, en ocasiones, puede que no consiga abastecer correctamente.
No todos los países cuentan con los mismos recursos y se puede crear desigualdad entre zonas.
Dicho todo esto, vamos a exponer de manera concisa cuáles son las diferentes energías verdes existentes. De esta manera, podemos destacar las siguientes:
Energía solar en la que a través de un proceso llamado “efecto fotoeléctrico” se convierte el calor del sol en electricidad.
Energía hidráulica que permite transformar la fuerza de las corrientes y saltos de agua en energía.
Energía eólica que se fabrica a partir del viento gracias a las torres generadoras. En esta clase de energía, España está asumiendo posiciones líderes, pues se encuentra entre los principales países del mundo que apuestan por ella. No en vano, se estima que la mitad de la energía que consumimos en España tiene su origen en el viento. Por lo tanto, amenaza con superar a la nuclear.
Mareomotriz que emplea el impulso de las olas del mar y los océanos para crear energía.
Tal vez estas sean las más populares, pero están surgiendo nuevos métodos de producción de energía sostenible y renovable. Sin duda, merecen también mención todas las que reseñamos en el siguiente apartado:
Sin duda, el objetivo es ir relegando las energías más contaminantes para reemplazarlas por las verdes, pues el medio ambiente necesita que tomemos medidas drásticas y parece que finalmente tanto gobiernos como empresas parecen decididas a dar el paso.
No podemos olvidar que los gases de efecto invernadero que emanan de esas energías están acelerando el cambio climático que tantos perjuicios comportará para la vida tanto animal como humana.
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