La primera casa pasiva se levantó en 1990 en Alemania y surgió del reto de dos profesores de arquitectura que se plantearon si sería posible construir una vivienda confortable que apenas precisara de calefacción. Lo cierto es que sí que era más que factible a pesar del clima tan frío que caracteriza a Alemania.
Pero los resultados fueron mejores de lo esperado y hoy en día este tipo de casa, construida en la ciudad de Darmstadt se ha convertido en un referente en vivienda ecológica. De hecho, continuamente se evalúa y no hace más que constatarse su excelente funcionamiento energético
Desde entonces se han levantado más de 25.000 edificios bajo el estándar PassivHaus, pero ¿en qué consiste exactamente? Lo explicamos de inmediato.
Así, estas casas han de construirse respetando los criterios que establece la certificación PassivHaus. Así, para ellos, han de tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
Orientación de la vivienda.
Empleo de materiales naturales.
Una adecuada ventilación.
Un correcto aislamiento térmico.
Recurso a las energías renovables.
La integración con el medio y el paisaje.
Todo ello se hace con el propósito de reducir de una manera drástica la huella ambiental pues este tipo de viviendas pueden llegar a reducir la demanda energética en un 90 %.
Resulta bastante asombroso percatarse de que con las pautas descritas se consigue una vivienda que no necesitará ni calefacción en invierno ni refrigeración artificial en verano.
Además, el sistema de ventilación creado logra filtrar el aire y evita la entrada de polvo y otras partículas, al tiempo que es capaz de eliminar los malos olores que puedan producirse en el interior.
Los firmes defensores de este tipo de construcción nos hablan de las siguientes ventajas que nos pueden aportar las casas pasivas:
Confort dado que sus habitantes pueden disfrutar de un ambiente cálido en invierno (20 ºC) y un ambiente muy agradable en verano que no sobrepasa los 25º.
Saludable, puesto que cuentan con una ventilación que proporciona una alta calidad del aire en el interior puesto que se filtran el 90 % de los pólenes, además de las partículas nocivas.
Ahorro energético pues conviene recalcar que el 40 % de la energía que se consume en la Unión Europea corresponde a los edificios.
Sin duda, las casas pasivas resultan perfectas no solo por la calidad de vida que ofrecen a sus ocupantes, sino también porque echan una manita en la lucha contra el cambio climático. En el caso de que te interese una vivienda así y quieras profundizar en ellas, te animamos a que consultes la web de EnergieHaus pues ahí encontrarás abundante información.
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