La potencia es crucial para determinar la cantidad de aparatos eléctricos que podemos mantener encendidos de manera simultánea. Podemos definirla como la cantidad de kilovatios (kW) que pueden estar en funcionamiento al mismo tiempo. De tal manera que cuanta mayor sea la potencia, más aparatos eléctricos podremos encender sin problemas.
Pero ¡cuidado! Si nos quedamos cortos, saltará continuamente el automático, pero si nos excedemos y contratamos una potencia muy superior a la necesaria, estaremos pagando de más en nuestras facturas. Ten presente que cuanto mayor sea la potencia, más
pagaremos con independencia del consumo que hagamos.
Por lo tanto, concretar la tarifa que realmente necesitaremos es importante porque también tendrá su reflejo no solo en nuestra vida diaria, sino también en el importe de las facturas. Por este motivo, debemos esmerarnos por ajustarnos a nuestras necesidades. Pero ¿cómo lo conseguimos? Presta atención a los consejos que encontrarás a continuación.
Podemos tener en cuenta los siguientes factores a la hora de escoger la mejor tarifa eléctrica que se ajuste a nuestra casa:
Dimensiones del domicilio.
Número de residentes.
Hábitos de consumo.
Número de electrodomésticos como lavadora, lavavajillas, secadoras, así como aparatos de aire acondicionado o de calor que se enchufen a la red eléctrica.
Normalmente nuestra compañía nos permitirá cambiar la potencia al menos una o dos veces al año, pero recuerda que cada vez que lo hagas deberás pagar por ello, ya que así lo exige la ley. Así que debes ser cuidadoso y meditar bien lo que necesitas.
En concreto, este es el desglose de gastos que supone aumentar la potencia contratada:
Derechos de extensión: 17,37 €/kW + IVA.
Derechos de acceso: 19,70 €/kW + IVA.
Derechos de enganche: 9,04€ + IVA.
En cambio, reducir la potencia contratada y pasar, en consecuencia, de una potencia mayor a una menor resulta algo más barato ya que únicamente hay que pagar un solo tipo de derechos y no tres como en el caso anterior. De esta manera, hablamos del siguiente canon:
Derechos de enganche: 9.04 € + IVA.
La mayoría de compañías actuales te ayudan a determinar cuál es la potencia adecuada en función de tu perfil de consumo.
En cualquier caso, existen diferentes métodos alternativos que pueden ayudarte en esta cuestión. En concreto, nos referimos a los siguientes:
Contratar los servicios de un electricista autorizado para que efectúe un análisis eléctrico teniendo en cuenta el número y tipo de electrodomésticos existentes en la vivienda.
Usar una calculadora de potencia de las que encontramos en internet.
Medir los kilovatios (kW) manualmente. Esta opción es bastante larga y minuciosa y, en consecuencia, muy pocos se decantan por ella.
En el caso de que desees cambiar de potencia, ten presente que aunque el trámite es sencillo y rápido, dado que incluso podrás hacerlo de manera online, el cambio tiene su proceso y es muy posible que recibas tu próxima factura todavía con la anterior potencia.
Te recomendamos que te tomes muy en serio la elección de la tarifa, pues puede suponer un importante ahorro. En este sentido, la mayoría de viviendas escogen 3,5 kW. Esta potencia servirá para usar varios aparatos eléctricos al mismo tiempo.
Pero los expertos recomiendan contratar una inferior de hasta hasta 2,5 kW en el caso de que la cocina no disponga de vitrocerámica.
La actual ley permite contratar cualquier potencia en múltiplos de 0,1 kilovatios.
Sin duda, si escogemos la potencia que realmente necesitamos podremos ahorrar entre 45 y 50 euros al año.
Parece claro que reducir el consumo eléctrico y apostar por electrodomésticos lo más eficientes posible carecerá de sentido si hay un exceso de potencia que puede ser un auténtico despropósito a nivel de ahorro.
No obstante, tampoco debemos ajustar tanto hasta el punto de tener muchos menos kilovatios de los que necesitamos. Si hemos incurrido en una infracontratación notaremos que el automático salta constantemente y, por lo tanto, nos ocasionará importantes molestias.
Parece claro que deberemos incrementar la potencia y pagar de nuevo por este cambio.
En suma, escoger una potencia adecuada a nuestras necesidades no es un asunto menor. Por lo tanto, medita bien la cuestión y no obres con precipitación porque, de lo contrario, y como se suele decir, lo acabarás pagando.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible