En este tipo de lavabo, también conocido como lavabo mural, no encontramos un soporte que lo una al suelo, sino que éste se atornilla directamente a la pared y, por lo tanto, la parte inferior del lavabo queda completamente libre.
Se pueden colocar a la altura que deseemos, algo que no podemos decidir en el resto de modelos con soporte en el suelo. Además confieren una estética moderna y minimalista.
Son la solución más adecuada para las personas con movilidad reducida, pues les permiten maniobrar en el interior del baño con la silla de ruedas sin temor a obstáculos.
Crea más ligereza visual, un detalle especialmente importante si el baño es de reducidas dimensiones. Con este sencillo truco creamos la sensación de contar con un baño mucho más grande de lo que realmente es. De hecho, es posible encontrar diseños en el mercado que no superan los 45 centímetros de ancho.
La limpieza es mucho más sencilla, pues no hay recovecos en el suelo a los que resulta difícil acceder, ya sea con la fregona o con el robot aspiradora.
Son muy económicos, aunque todo dependerá del diseño que escojamos. Ten presente que mientras un simple mueble de baño —con sus correspondientes cajones y su encimera— no baja de los 200 euros, podemos hacernos con un lavabo volado por menos de 60 euros.
Resultan muy adecuados para los baños de cortesía donde no solemos guardar demasiados artículos de aseo y nos gusta que siempre esté en perfecto estado de revista.
No podemos terminar este artículo sin hacer mención al lavabo de pedestal que, al igual que el volado, es un tipo de lavabo que carece de mueble y encimera.
Este tipo de lavabos están concebidos especialmente para baños que no precisan de espacio de almacenaje. Lo cierto es que durante décadas fueron todo un clásico ya que se convirtieron en la apuesta mayoritaria de muchos hogares españoles.
También es posible decantarnos por la opción del medio pedestal. En este caso, el pie no llega hasta el suelo y queda sujeto a la pared. Así, parece que se queda a medio camino entre el lavabo volado y el de pedestal.
Ahora que ya sabes en qué consisten los lavabos volados, puedes valorar si realmente es la opción que buscabas para tu baño. Sin duda, sus ventajas pueden haberte convencido: facilidad de limpieza, aprovechamiento del espacio y una estética minimalista, entre otras. Ahora es cuestión tuya decidir qué es lo que te está pidiendo a gritos tu baño.
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