Con la nueva normativa, es muy recomendable tener bien claro qué implica ser un gran tenedor, los inmuebles que entran en esta categoría, y cómo afecta esta clasificación a los propietarios y el mercado de alquiler. Si eres inversor, arrendador o arrendatario, la información que incluimos a continuación, te interesa. ¡Empezamos!
El término gran tenedor de vivienda se refiere a aquellos propietarios, sean personas físicas o jurídicas, que poseen un número significativo de propiedades destinadas al alquiler. Está definido por la ley como cualquier entidad o individuo que posea cinco o más viviendas destinadas al arrendamiento.
Esta clasificación surge como respuesta a la necesidad de equilibrar el mercado de alquiler y asegurar un acceso más justo a la vivienda. La nueva legislación busca regular las prácticas de alquiler, promoviendo una mayor oferta de viviendas a precios asequibles, especialmente en zonas donde la demanda supera significativamente a la oferta, conocidas como "zonas tensionadas".
Para determinar si un propietario califica como gran tenedor, se toman en cuenta todas las viviendas en su posesión, excluyendo aquellas propiedades no residenciales como garajes o trasteros.
Este conteo incluye tanto propiedades directamente destinadas al alquiler como aquellas que, estando vacías, podrían ser ofrecidas en el mercado de arrendamiento.
Específicamente, según la Nueva Ley de la Vivienda, todos los «inmuebles urbanos de uso residencial», es decir, todas aquellas viviendas cuyo uso es vivir en ellas (con cédula de habitabilidad) que se encuentren en ciudades o pueblos (núcleos urbanos).
La vivienda habitual del propietario no se incluye dentro del cálculo que determina si es un gran tenedor. La legislación se enfoca en las propiedades destinadas al mercado de alquiler, buscando así incidir en la oferta y las condiciones de este sector sin afectar la vivienda principal del propietario.
Las viviendas heredadas o en copropiedad también cuentan para determinar si una persona es considerada gran tenedor, siempre y cuando la cantidad de propiedades alcance el umbral establecido por la ley.
Esta inclusión busca evitar que la dispersión de la propiedad inmobiliaria en múltiples titulares se utilice como estrategia para eludir las obligaciones y limitaciones aplicadas a los grandes tenedores.
Ser clasificado como gran tenedor conlleva una serie de responsabilidades y obligaciones específicas, diseñadas para fomentar una mayor equidad en el mercado de alquiler. Entre estas se incluyen:
A continuación, analizamos con detenimiento cada una de ellas, para que, en caso de que te toque acatar la Ley, sepas cómo hacerlo y por qué.
En zonas tensionadas, los grandes tenedores enfrentan limitaciones en el precio que pueden establecer en los contratos de alquiler nuevos, con el objetivo de contener las subidas excesivas y promover el acceso a viviendas asequibles.
La ley también establece límites en la medida en que se pueden incrementar los costes de alquiler en contratos existentes, incluso en el caso de renovaciones o extensiones de dichos contratos.
La nueva legislación introduce cambios en los procedimientos y restricciones relacionadas con los desahucios, y lo hace con el propósito claro de proteger a los inquilinos vulnerables y asegurar que el desalojo sea siempre el último recurso.
A diferencia de los grandes tenedores, los pequeños tenedores son aquellos propietarios que poseen menos de cinco viviendas. Este grupo cuenta con un régimen legal distinto, con obligaciones menos estrictas, reflejando el impacto menor que su actividad tiene en el mercado de alquiler en comparación con los grandes tenedores.
Ver como la Nueva Ley de la Vivienda impacta sobre la figura del gran tenedor de vivienda en España, subraya y refleja el compromiso del sector inmobiliario con una mayor equidad y transparencia en el mercado de alquiler con una nueva legislación que impacta tanto a propietarios como a inquilinos.
Preguntas frecuentes
La cantidad de grandes tenedores varía según la región y el momento, dada la dinámica del mercado inmobiliario. Según datos del Gobierno, hasta un 85% de las viviendas del país pertenecen a particulares. Según los datos de la Dirección General del Catastro, un órgano dependiente del Ministerio de Hacienda, en España hay aproximadamente 290.758 propietarios de 10 o más inmuebles urbanos, cifra que no incluye al País Vasco y Navarra, ya que disponen de sus propias agencias catastrales.
Identificar si un arrendador es un gran tenedor puede realizarse consultando el registro de la propiedad o solicitando esta información directamente al arrendador, quien, en ciertas circunstancias, está obligado por ley a revelar esta condición.
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