No podemos pasar por alto que las ciudades cada vez se hacen más grandes. De hecho, según las estimaciones de la Organización para la cooperación y el desarrollo económicos (ocde), en 2050 más del 70% de la población mundial vivirá en centros urbanos. En ese año se prevé que alcancemos el hito de los 9.000 millones de habitantes sobre la tierra, algo que jamás ha sucedido y que supondrá un reto para los países. Debemos recalcar que los recursos son limitados y es ahí donde las smart cities pueden ayudarnos a mejorar su gestión.
Las smart cities se apoyan en las tecnologías de la información y la comunicación (tic), además del big data para mejorar problemas que comportará el crecimiento de las ciudades como, por ejemplo, el correcto funcionamiento del transporte, el alumbrado, los recursos energéticos o los hídricos. Todo ello con el propósito de disminuir el consumo energético, reducir las emisiones de co2 E incrementar el bienestar de todos los habitantes.
Algunos expertos se atreverían a afirmar que la primera ciudad inteligente fue la antigua roma, con un impresionante desarrollo del urbanismo y de las leyes que han dejado su huella en nuestro ordenamiento jurídico, pero en sentido estricto el concepto no nació hasta el año 2004. Es en esta fecha cuando la smart city surge de la evolución de las llamadas ciudades digitales, que en el año 2004 nacen en españa tras un trabajo llevado a cabo por el ministerio de industria de aquella época.
Las smart cities funcionan de manera transversal y se centran en aspectos dispares de la ciudad con la integración de los distintos servicios. De este modo, podemos destacar los siguientes:
En suma, parece que una smart city busca mejorar la vida de sus ciudadanos a través de una gestión más eficiente de todos los aspectos que conforman la ciudad y esto lo hace gracias a las tecnologías de la información y la comunicación que se aplican a sectores como la salud, la educación o el urbanismo, etc.
A grandes rasgos, podemos hablar de una serie de líneas que definen a las smart cities:
Aunque con todo lo explicado anteriormente, ya se intuyen los grandes beneficios de las ciudades inteligentes, no viene mal que las detallemos:
El iese business school de la universidad de navarra elabora con cierta periodicidad un estudio que contiene el ranking de smart cities en el mundo. Así, tras su lectura, nos encontramos con las siguientes:
Se sitúa en cabeza por su proyecto smarter London together, cuyo objetivo es convertirla en la ciudad más inteligente del mundo.
Es la segunda mejor posicionada gracias a su gran compromiso con la tecnología y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos con el proyecto 80×50 con el que busca reducir los gases de efecto invernadero en un 80% para el 2050, además de dotar de cobertura sanitaria a toda la ciudadanía también con ocasión de esa fecha.
Se coloca en tercer lugar con la iniciativa “Paris smart city 2050” que persigue construir edificios que usen energías renovables, además de bioclimáticos.
¿Cuántas Smart Cities hay en España?
Actualmente en España se estima que 89 ciudades integran la Red Española de Ciudades Inteligentes.
¿Cuántas Smart Cities hay en el mundo?
El número es creciente, pero se estima que hay cientos de ciudades inteligentes en el mundo. La mayor parte se localiza en Europa.
¿Cuáles son las 10 ciudades más inteligentes del mundo?
En este listado encontramos a las siguientes: Londres, Nueva York, París, Tokio, Reykjavik, Copenhague, Berlín, Ámsterdam, Singapur y Dubái.
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