Es imprescindible realizarla para la correcta división de un edificio en varias partes consideradas indivisibles como pisos, locales, trasteros o plazas de garaje, etc. De esta manera, cada propietario obtendrá un coeficiente determinado de toda la totalidad del edificio. Si no se efectúa este trámite, no se podrá llevar a cabo su venta por separado. Pero sí que se podría optar por su alquiler.
En el caso de que tengamos un edificio o una vivienda y queramos dividirla, necesitaremos realizar una serie de pasos y cumplir con una serie de requisitos:
Autorización administrativa (licencia del ayuntamiento al que debemos llevar el correspondiente proyecto que habrá de estar confeccionado por un técnico).
Petición a la Junta y que se apruebe por las 3/5 partes del total de los propietarios.
Consentimiento de todos los afectados.
Fijación de las nuevas cuotas de participación.
Toda esta documentación deberá trasladarse tanto al Registro de la Propiedad como a la Dirección General del Catastro.
Así, estaríamos ante la constitución de una comunidad de propietarios que debe regirse por la Ley de Propiedad Horizontal.
Este paso es obligatorio en el caso de que queramos vender no solo una vivienda ubicada en un edificio en altura, sino también en aquellas construcciones de apenas altura, pero que aglutinan una importante extensión. Este sería el caso, por ejemplo, de los tipos adosados, en el que sería necesario practicar una División Horizontal Tumbada.
También habría que llevarla a cabo en edificios aislados, como los pareados, en los que se realizaría una División Horizontal de un Conjunto Inmobiliario.
Entre los principales rasgos de esta clase de procedimientos podemos destacar los que reseñamos a continuación:
Ha de constar en el Registro de la Propiedad Registro de la Propiedad.
No importa que el edificio no esté todavía construido e incluso se admite que solo se encuentre proyectado.
Puede existir una discontinuidad. Es decir, las zonas privativas pueden estar separadas. Sería el caso de una vivienda con garaje y trastero. Se considerarían una única propiedad a pesar de ser independientes físicamente.
Se establece una cuota de participación para cada propietario. Así, el mantenimiento y las reparaciones se distribuirán atendiendo a estos porcentajes.
Elementos comunes.
En suma, ya hemos visto que este concepto nos afecta más de lo que creíamos, dado que es habitual vivir en un edificio que ha sido objeto de una división horizontal. En cualquier caso, si te surgen dudas, puedes ampliar la información en este artículo publicado por un estudio de arquitectura e ingeniería.
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