La elaboración de dicho libro corre de cuenta del director de la obra, además tendrá que firmarlo. A este libro, además, lo acompaña toda la documentación de la ejecución del inmueble, junto con toda la que deben entregar las empresas e instaladores que ejecutan la obra.
Una vez concluida su elaboración, se entrega al promotor que, a su vez, deberá ponerlo a disposición de los usuarios; es decir, los propietarios.
Aunque probablemente ya habrás intuido parte de su contenido, conviene que lo detallamos. Así, en este libro encontraremos lo siguiente:
La escritura pública, cargas y posibles gravámenes que afecten al edificio.
El plan de mantenimiento.
El certificado de eficiencia energética.
El acta de recepción de la obra firmada tanto por el promotor como por el constructor.
La correcta identificación de todos los agentes que han participado en la obra.
El certificado de la instalación térmica y de sus inspecciones, además de los materiales y equipos instalados en esa instalación térmica.
Etc.
Su existencia permite que los propietarios o la comunidad de propietarios tenga acceso de una manera fácil a toda la información relevante acerca del uso de los elementos constructivos e instalaciones y, de esta manera, poder ejecutar reformas posteriores o reparaciones, así como contratar los servicios y suministros que sean necesarios.
Además, es preciso que lo vayamos actualizando conforme se realicen nuevas mejoras, labores de mantenimiento o surjan incidencias en el edificio.
En suma, estamos ante un libro en el que se consigna información relevante. Tanto es así que tendremos que ponerlo a disposición de cualquier posible comprador que nos lo pida pues necesita saber en qué estado se encuentra la edificación, así como qué reformas y obras se han llevado a cabo para su mantenimiento.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible