Lo cierto es que este concepto nos pilla de nuevas y, por lo tanto, necesitamos una pequeña guía para conocerlo un poco más. A continuación, hemos recopilado toda la información que necesitarás para saber en qué consiste el cohousing y su modo alternativo de vivir.
Con este concepto se abre la puerta a un tipo de cooperativa en el que existe una cesión del derecho de uso de la vivienda. Pero la propiedad corresponde a la cooperativa, mientras que los socios sólo ostentan el derecho a residir en ellas de forma indefinida.
Para que esto sea posible, los residentes deben abonar una cantidad de dinero que les permitirá acceder a la cooperativa, además de una renta mensual que servirá para atender los gastos de mantenimiento como los suministros y servicios. También tiene la particularidad de que el derecho al uso de la vivienda se puede transmitir a los
Aunque el ‘cohousing’ parece un fenómeno bastante reciente, lo cierto es que hace varias décadas que se inventó, pero es ahora cuando ha aumentado su demanda en el mercado inmobiliario. Así, tendríamos que remontarnos a los años 60, cuando en Dinamarca se instauró el modelo Andel. Esta última era una comunidad de individuos que convivía en un conjunto residencial bajo el régimen de cooperativa.
Posteriormente esta tendencia arraigó en el norte de Europa, los Estados Unidos y Canadá. De hecho, en estos dos últimos países se ha consolidado de forma exitosa. Pero no fue hasta la década de los 80 cuando dos conocidos arquitectos estadounidenses, Kathryn Mc Camant y Charles Durrett, lo bautizaron como cohousing.
Una de las principales características del cohousing, y que la hace tan atractiva, es que los miembros de la cooperativa pueden involucrarse en la planificación y diseño de las viviendas, así como decidir acerca de los servicios comunes que quieren recibir.
Por lo tanto, la autogestión es clave en este sistema. Para ello, cada socio cuenta con un voto y, por supuesto, puede formar parte de todas las decisiones que se adopten. El modelo de cohousing puede articularse en torno a viviendas unifamiliares o un bloque de viviendas con espacios comunes.
Detallamos a continuación algunos de los rasgos que definen el cohousing:
Viviendas privadas que constan de dormitorios, baño, salón y cocina.
Zonas comunes con salas comunitarias para celebrar comidas o reuniones, salas de juego y estudio para los niños, lavandería, biblioteca, jardines, huertos urbanos, servicios para el cuidado de los niños, atención médica para mayores, servicios de limpieza…
La inversión es recuperable de manera que el socio que desee abandonar el cohousing podrá hacerlo y recuperar la inversión inicial. En caso de fallecer, sus herederos recibirán el capital aportado en su día por el socio.
Lo cierto es que el cohousing se está popularizando entre las personas mayores, pues les permite disfrutar de la compañía de terceras personas en circunstancias muy semejantes a las suyas. Así, sus principales defensores aseguran que evita el aislamiento social y la soledad, además de proporcionarles el entorno perfecto para llevar una vida más activa.
Este modelo de vivienda despierta el interés de muchos usuarios de la tercera edad. No en vano, el "Informe Mayores UDP sobre preferencias en las fórmulas de residencia futura en las personas mayores" recoge que dos de cada tres mayores (un 64,6 %) han oído hablar alguna vez del cohousing e incluso cuatro de cada diez (un 41,4 %) lo están considerando como opción.
Sin embargo, la confusión está a la orden del día a la hora de establecer la diferencias entre el cohousing y el coliving, sobre todo porque ambos emplean términos anglosajones con los que no todos estamos debidamente familiarizados.
La confusión está a la orden del día a la hora de establecer la diferencias entre el cohousing y el coliving, sobre todo porque ambos emplean términos anglosajones con los que no todos estamos debidamente familiarizados.
En primer lugar, el coliving está pensando básicamente para profesionales que son nómadas digitales; es decir, cuentan con una profesión que pueden desempeñar en cualquier parte del mundo y aprovechan esta ventaja para viajar y estrechar vínculos con otras gentes. De esta manera, se definen como espacios creativos en los que se reducen gastos y cuentan con todo lo necesario para vivir, pero también para trabajar. Normalmente alquilan la vivienda durante un tiempo y pueden abandonarla cuando deseen sin más explicaciones.
Sin embargo, en el cohousing los socios disponen un derecho de uso y buscan ante todo una forma de vida alternativa que les permita disfrutar del contacto con los demás, al tiempo que cuentan servicios amoldados a sus necesidades y gustos, dado que ellos mismos son los que los ponen en marcha.
En definitiva, el cohousing trae consigo un nuevo estilo de vida y, sin duda, muchos querrán sumarse a esta original propuesta que nos permite ser más activos y socializar con la gente de nuestro alrededor.
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