Tenemos que viajar hasta Valencia para conocer esta casa pionera. La vivienda es obra de una empresa llamada Be More 3D, formada por unos jóvenes emprendedores titulados en ingeniería de construcción, electrónica y automatismo industrial, y con gran vocación por revolucionar el sector con esta clase de construcciones.
Por supuesto, para su levantamiento fue precisa una enorme impresora 3D. En concreto, una impresora de hormigón de 7 metros de ancho y 5 de alto que es a día de hoy la primera impresora 3D patentada en España. Este aparato resulta muy fácil de transportar y montar allí donde sea preciso. Así, se ha podido imprimir la casa en el mismo emplazamiento escogido para su ubicación final. Toda una ventaja que no todas las máquinas de este tipo permiten, pues la mayoría resultan muy difíciles de transportar y ello obliga a imprimir en un lugar y luego mover las piezas obtenidas hasta la parcela escogida. Su funcionamiento es similar al de una manga pastelera gigante que va completando progresivamente los muros de una casa.
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