De esta manera, podemos decantarnos por recorrer el Camino de Santiago, perdernos por el parque Natural de Ordesa y, por supuesto, nuestras playas.
Pero también tenemos infinidad de pueblos bonitos para deleitarnos durante un verano cualquiera. Vamos a ello.
El camino de Santiago no es un lugar sino una experiencia que se vive en múltiples localizaciones y regiones. Así, uno de los más famosos caminos, el francés, comienza en Saint Jean Pied de Port (Francia), continúa hasta Pamplona y nos adentra en multitud de pueblos rebosantes de encanto como Azofra, Puente la Reina, Belorado, Astorga, León o Foncebadón, entre otros inolvidables puntos. La magia de regiones como Navarra, Castilla y León o Galicia desfilarán ante nuestros ojos.
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Sin duda, estamos ante una de nuestras maravillas naturales más impresionantes que nos dejará asombrados con su espectacular belleza y caídas de agua. Es un destino para los amantes de la naturaleza y las caminatas interminables como la que nos ofrece la ruta para llegar a la cascada conocida como la cola de caballo.
Ordesa se encuentra repartida entre los términos municipales de Broto, Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin y Torla-Ordesa.
Para aquellos que todavía busquen naturaleza o la quieran de un tipo tropical, no pueden perderse la selvática estampa que ofrece el parque natural de Garajonay que nos regala la sensación de estar paseando en un bosque neblinoso, repleto de helechos que sorprende a cada paso.
La ciudad ofrece un callejero vetusto y excelentemente bien conservado que es todo un tesoro para los más curiosos. Este municipio es precioso sin exceptuar rincón alguno. Cabe destacar el lavadero del siglo XVI y las fortificaciones defensivas del Molino y de la Molinet.
Lo cierto es que Trujillo es un escenario medieval como pocos y por eso llamó la atención a los responsables de la famosa serie de HBO ‘Juego de Tronos’ que decidieron ambientar aquí alguno de sus más decisivos capítulos.
Dos islotes localizados al oeste de Ibiza que te enamorarán por sus diferentes especies de aves marinas, lagartijas e invertebrados endémicos y su característica flora, además de por la belleza de sus calas.
Según dicen los entendidos, una puesta de sol en Es vedrà es imprescindible en una visita a Ibiza.
Un pueblo excelentemente bien conservado que nos brinda el placer de haberse quedado detenido en el tiempo, concretamente en el medievo. Albarracín cuenta con el reconocimiento desde 1961 de Conjunto Histórico-Artístico y cada año recibe más y más interesados en conocer este municipio repleto de edificios singulares y monumentos. Mención aparte merece su Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno al que peregrinan escaladores de toda España para practicar la modalidad de escalada en roca conocida como boulder.
En definitiva, España es un país que se degusta de cabo a rabo y que prácticamente ofrece una carta infinita de monumentos, ciudades y paisajes que estarán a la altura de las exigencias de cualquier viajero, por muy exigente y exquisito que se crea en sus gustos.
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