Antilia es el nombre de una isla mítica en el océano Atlántico y así es exactamente como los dueños han bautizado esta casa. Esta particular y espigada vivienda se ubica en Altamount Road, una de las zonas más cotizadas del sur de Mumbai. Un lujo inmobiliario, diseñado por el vanguardista despacho de arquitectos de Chicago Perkins and Will, que deja impresionado a cualquiera con sus 27 pisos, aunque en realidad su altura equivale a un edificio de 60 pisos pues los techos son muy altos.
Esa casa no es solo la más alta, es también la más grande, pues cuenta con una superficie total de 37.000 metros cuadrados. ¡Más que el palacio de Versalles!
Todo un hito arquitectónico que durante su construcción, entre 2008 y 2010, tuvo en suspense al vecindario que no sabía exactamente qué se proponía hacer el dueño.
Finalmente, una casa con un precio que ronda los 2.000 millones de dólares que maravilla casi tanto como el Taj Mahal. No en vano, se ha convertido en una de las más caras del mundo.
En este imponente edificio reside la familia más acaudalada del país: Mukesh Ambani, su esposa y sus tres hijos.
Fuente: Architectural Digest
Por supuesto, la vivienda exige un gran mantenimiento y una atención esmerada a sus habitantes.
Así, el hogar de los Ambani dispone de una plantilla de 600 empleados que se afanan por tener impoluta esta descomunal casa.
Además, la pasión coleccionista que el propietario siente por los autos cabe de sobra entre sus paredes, pues su garaje ocupa seis pisos en los que pueden aparcarse cómodamente 168 coches.
Las artes escénicas y el cine también tienen su espacio de lujo en esta vivienda, puesto que en su interior encontramos un teatro con aforo para 50 personas. Su dueño tampoco ha querido privarse de piscina, un pequeño templo, jardines colgantes y tres helipuertos, entre otros lujos. Y como el tiempo es oro para este multimillonario, este edificio consta de nueve ascensores de gran velocidad, cada uno asignado a un bloque diferente.
Por último pero no menos importante, la casa más alta del mundo está preparada para resistir terremotos de hasta ocho grados de magnitud en la escala Ritcher.
Parece evidente que esta casa es toda una rareza repleta de lujos y detalles que la hacen única: su privilegiada ubicación, su extraordinaria amplitud, su diseño vanguardista... la convierten no solo en la casa más alta del mundo, sino también en la más lujosa y cara del planeta. Si te interesa conocer más sobre esta casa, puedes hacerlo en este artículo de Architectural Digest.
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