Intercambio de casas entre viajeros

Aunque el concepto atrae, conviene que antes de probar el intercambio de casas con ocasión de estas vacaciones de verano, nos informemos un poco más acerca de este sistema y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.

¿Cuántas modalidades de intercambio de casas hay?

Según explican en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), existen tres posibles modalidades:

• El intercambio de casas más modesto, sin duda, es el couchsurfing. En este caso no accedemos a una casa, sino más bien al derecho de uso de un sofá o una cama donde podremos dormir. Este concepto ha sido bautizado como couchsurfing y gracias a él es posible conocer más de 200.000 ciudades alrededor del mundo.
• Una segunda versión la encontramos en el Intercambio gratuito de casas entre viajeros. En concreto, tú disfrutas de la casa del otro y este último disfruta de la tuya. Muchísimas plataformas se han sumado a esta innovadora forma de alojamiento. Entre ellas podemos citar Intervac, IntercambioCasas, HomeforHome o Knok.
• En tercer lugar, podemos citar el alquiler a un particular por un corto periodo de tiempo. Sobra decir que la plataforma por antonomasia de esta clase de alojamiento es Airbnb, aunque no es propiamente un intercambio de casas, dado que no tenemos por qué ceder la nuestra a un tercero.

Ventajas e inconvenientes del intercambio de casas

Pero ¿qué beneficios tiene esta forma de viajar con respecto a otras fórmulas? En concreto, en el artículo citado con anterioridad nos hablan de las siguientes ventajas: 

• Ahorro de dinero: pagamos prestando nuestra propia casa.
• Proporciona una experiencia muy diferente a la que encontraremos en un hotel. En este sentido, según nos explican en una noticia de Vozpopuli, las personas que intercambian su hogar no solamente dejan un manual en el que explican el funcionamiento de su hogar, sino que también ponen al tanto a los huéspedes acerca de los mejores restaurantes de la zona, cuáles son los supermercados más baratos, etc. En definitiva, tienes acceso a la experiencia de alguien que lleva años viviendo allí, lo cual no suele estar al alcance de un turista ocasional

Sin embargo, siempre hay contrapartidas como bien explican en la OCU. Vamos a ver cuáles son:

• A pesar de que las valoraciones y opiniones escritas por anteriores viajeros acerca de la casa que nos interesa puede ser muy positiva, nunca podremos saber a ciencia cierta si la experiencia va a estar a la altura de nuestras expectativas.
• Reclamar no es tan fácil como cuando nos alojamos en un hotel. 

En suma, viajar puede convertirse en una experiencia diferente gracias a estos nuevos métodos de alojamiento al tener la oportunidad de conocer de primera mano los destinos a través de los consejos y del conocimiento de nuestros anfitriones. Y, encima, ahorramos dinero.