El pasado 14 de marzo empezamos en España a través de una convocatoria de WhatsApp de salir a aplaudir a los balcones para agradecer al personal sanitario todo el trabajo tan vital que están desempeñando.
En un principio, la cita era a las 22.00 horas, pero después se adelantó hasta las 20.00 horas para que los niños también pudieran participar. Pero lo cierto es que la idea de esta aplauso colectivo no partió de los españoles, sino de los italianos, pues ellos fueron los primeros en confinarse en sus hogares y, desde entonces, casi todos los ciudadanos de los diferentes países se han animado a imitar su comportamiento.
El entrenamiento en los balcones fue una ocurrente propuesta que ya empezamos a ver en los balcones de Italia.
En concreto, no tardamos en ver a monitores de gimnasia animando a todos sus vecinos a sumarse a una clase magistral y gratuita en la que todos se ejercitaban al unísono. Así, como si estuvieran en el gimnasio, pero respetando la distancia de seguridad con creces.
Una práctica que, por supuesto, también ha tenido imitadores en nuestro país. Concretamente, en Sevilla pudimos ver cómo Gonzalo García regalaba a sus vecinos tres sesiones de fitness que fueron todo un éxito.
Hasta el punto que incluso Tedros Adhanom, director general de la Organización de la Salud, llegó a compartir desde su cuenta de Twitter el vídeo en el que se veía a Gonzalo impartiendo su clase desde la azotea de su edificio y con muchos vecinos acompañándolo desde sus balcones.
Temas musicales tan emblemático del país italiano como ‘Il Mondo’, una canción de Jimmy Fontana, de 1965. o ‘Nessun Dorma’ que tantas veces interpretó el tenor italiano Luciano Pavarotti o el himno nacional son algunas de las canciones con las que se han lanzado a cantar los italianos desde sus balcones y ventanas.
Aquí, por supuesto, también hemos tomado nota y el mismo 1 de abril, la ciudad de Alcoy (Alicante) entonó su himno de Fiestas de Moros y Cristianos que durante este mes de abril tendrían que haberse celebrado. Incluso algunos de los vecinos tocaron un instrumento mientras que la policía y los bomberos la interpretaban a través de megafonía.
Sin duda, todos ellos son perfectos ejemplos del dicho que asegura que quien canta, su mal espanta.
Pero lo cierto es que en estos espacios ya se ha visto prácticamente de todo: talleres infantiles, conciertos, bingo para todo el vecindario, pinchadiscos...
Sin duda, los italianos y los españoles están padeciendo especialmente la pandemia con un elevado número de fallecidos. Pero eso no significa que haya que abandona el optimismo y la esperanza que ejemplifican a la perfección estas dos naciones de carácter y personalidad similar.
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