Dicho todo esto, vamos a ver cómo podemos ponernos a salvo de estos errores. Presta atención a todo lo que sigue:
Antes de empezar a buscar una casa, debemos calcular cuál es nuestro presupuesto máximo y, por supuesto, respetarlo en todo momento. Solo así nos libraremos de incurrir en gastos que luego no seremos capaces de asumir.
A la hora de comprar un inmueble, no podemos pasar por alto los gastos que nos ocasionará el pago de impuestos, la inscripción en el Registro de la Propiedad, así como cualquier posible reforma que haya que realizar en la vivienda para que sea de nuestro completo agrado.
En ocasiones no somos muy meticulosos observando bien la casa y sus posibles defectos. Más vale no pasar de alto ninguno de ellos y mirar con detenimiento cada rincón. Haríamos bien en consultar a un experto cualquier duda que nos asalte o dejarnos asesorar por familiares o amigos que sean unos entendidos en la materia.
Esto es importante dado que una vez firmada la compraventa, los posibles desperfectos con sus correspondientes arreglos, en el caso de la obra nueva están vinculados al período de garantía de la vivienda.
También te aconsejamos que examines aspectos como los que siguen:
El vecindario, disponibilidad de colegios, guarderías, transporte público…
Los ruidos existentes en la calle.
Cercanía a parques y zonas adecuadas para niños.
Problemas para aparcar.
Existencia de servicios adecuados que faciliten nuestro día a día.
No es una buena idea dejarse llevar al comprar una vivienda, es muy importante tener claro que queremos y necesitamos. También debemos tener en cuenta que nuestras circunstancias pueden cambiar en un futuro no muy lejano. Por lo tanto, no parece una buena idea escoger una casa con una sola habitación si pretendemos tener familia en el corto o medio plazo.
Es cierto que buscar una casa requiere tiempo y esfuerzo, así que, en ocasiones, tendemos a decidir precipìtadamente y acabamos escogiendo la primera vivienda que visitamos. Esto no es una buena idea, pues siempre es recomendable comparar con otras. Recuerda que comprar una casa es una decisión de calado, de modo que conviene meditar bien el asunto antes de optar por una.
Si tienes que solicitar una hipoteca, procura que esta jamás supere el 30% de tus ingresos. De lo contrario, puedes pasar por auténticas dificultades a la hora de abonarla, hasta el punto de acabar incurriendo en algún impago o que te veas en la obligación de desprenderte de ella dado que podría ser un coste inasumible para tu economía.
Este es unos de los puntos más importantes a tener en cuenta, para ello puedes probar nuestro simulador de hipotecas, de esta forma obtendrás una idea aproximada de cómo quedaría tu hipoteca.
Las agencias inmobiliarias y los promotores inmobiliarios pueden ayudarnos a encontrar la casa que mejor se ajuste a lo que deseamos. Por lo tanto, te aconsejamos que cuentes con ellos para esta tarea.
El presupuesto que manejemos debe contemplar la posible presentación de imprevistos o necesidades básicas de la casa como la compra de muebles o un coche.
Es muy normal que nos surjan dudas con respecto a la hipoteca. No seremos ni los primeros ni los últimos que tengamos problemas a la hora de comprenderla. Por este motivo, no tengas reparos en preguntar todo aquello que no tengas muy claro. El notario que preste su firma y servicios durante la escritura de la hipoteca también puede ayudarnos a resolver cualquier cuestión que haya pendiente. No en vano, este es uno de sus cometidos.
Ya has visto que comprar una casa exige que te pongas a ello con los cinco sentidos. Por lo tanto, ten muy en cuenta los consejos que hemos recopilado en este artículo y disfruta del proceso de comprar una vivienda.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible