Según nos explican en el blog de Prosegur, este es el punto más vulnerable de toda la casa y por donde suelen acceder la mayor parte de los cacos. Por lo tanto, parece obvio que reforzar la seguridad de esta zona puede ayudarnos a defenderla de los posibles ladrones. Es aquí donde surge la irremediable pregunta: ¿qué tipo de puerta instalamos? En primer lugar convendrá que expliquemos los principales tipos de puerta existentes en el mercado, para luego abordar la diferencia entre puerta blindada o acorazada.
Según podemos leer en Eurosegur, empresa dedicada al sector de la seguridad en las puertas, en las blindadas tanto el marco como la hoja de la puerta están fabricadas en madera. Se les suelen incorporar algunos refuerzos de hierro, pero que no resultan del todo eficaces frente a las tentativas de acceso. Lo cierto es que los ladrones suelen estar bastante familiarizadas con ellas y, por lo tanto, muchos saben cómo forzarlas.
Las puertas acorazadas, por su parte, cuentan con una placa de acero interior a la que le incorporan unas de madera que cumplen una función meramente estética. Por lo tanto, tal y como nos aseguran en un artículo de la web de la empresa Juanjo Cerrajeros, aunque ambas presenten el mismo aspecto, internamente hallamos una diferencia sustancial que es la placa de acero que pondrá las cosas ciertamente difíciles a los ladrones.
En ocasiones también la mayor o menor presencia de cerrojos nos puede inducir a pensar que estamos ante una puerta excepcionalmente segura. Sin embargo, esto no importa demasiado si dichas cerraduras no son independientes entre sí. Así, al ladrón, le bastará apalancar uno de los cerrojos para que todos los demás retrocedan.
Dado que las puertas acorazadas cuentan con acero en su interior, su precio es bastante más elevado que las blindadas. Al respecto, según nos cuentan en Eurosegur, podemos encontrar puertas blindadas por menos de 1.000€, pero su resistencia frente a ataques externos es mucho menor que la que nos ofrecen las acorazadas. Aunque estas últimas son mucho más caras, con precios que pueden oscilar entre los 1.000€ a los 3.000€ en función del tipo de cerradura o el número de cerrojos, etc.
En suma, la entrada a nuestra casa debería hallarse correctamente protegida. Por lo tanto, conviene que tratemos de reforzar al máximo la puerta para evitar que los ladrones entren en nuestra vivienda. En cualquier caso, y siempre que nuestro presupuesto nos lo permita, parece que una puerta acorazada se postula como la opción más segura.
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