Es posible que andes pensando en comprar una vivienda y que, tras consultar las opciones del mercado, hayas llegado a la conclusión de que lo que más se adecúa a tus circunstancias es una casa, pero también un chalet —o chalé— te vendría de perlas. No pienses que ambos son sinónimos, pues son construcciones muy diferentes.
Según nos explican en el Diccionario Real Academia Española (DRAE), chalet deriva de la voz francesa chalet, y se refiere a una ‘edificación de una a tres plantas, con jardín, destinada a vivienda unifamiliar’. Además, esta clase de viviendas tiende a situarse en las afueras de las ciudades. Así, aunque muchos se decantan por los chalets para fijar su residencia durante todo el año, muchos los escogen como fórmulas vacacionales, pues se suelen ubicar en parajes costeros, en zonas apartadas y también en las montañas. No en vano, toman su nombre de los chalets suizos ubicados en los Alpes, pues estas lujosas cabañas fueron las primeras en ser llamadas de esta manera.
Por su parte, en una casa no encontramos parcela o jardín en la fachada, a lo sumo un pequeño patio interior. Suelen consistir en tan solo una planta baja o tener dos pisos e, incluso, tres; aunque esta última es la menos común. Por lo tanto, la puerta de acceso suele estar en la misma acera de la calle. Las casas suelen ubicarse en cualquier punto del núcleo urbano. Incluso en el mismo centro, algo que —como hemos explicado— no suele suceder con los chalets. Otra diferencia entre casa y chalet es la inversión económica requerida, pues este último, por norma general, suele tener un precio más elevado que el de las casas. En definitiva, podemos afirmar que todos los chalets son casas, pero no todas las casas son chalets, pues presentan unas características adicionales, como un amplio jardín vallado que es lo que suele encarecer el precio.
Es posible que, también, ojeando las diversas opciones de viviendas, te hayas topado con los adosados y pareados. Pero ¿en qué consisten? ¿No son lo mismo? Si prestamos atención, veremos que tienen diferencias. Para entender ambos conceptos, primero tendremos que explicar qué es una vivienda aislada: edificaciones que no comparten paredes con ninguna otra vivienda. En los adosados y pareados no sucede esto.
En las viviendas adosadas observamos que existe entre ambas un muro común y, por lo tanto, podemos observar toda una calle con casas idénticas que comparten muros. Mientras que en las casas pareadas suelen ir agrupadas de dos en dos, de ahí el nombre. Por lo tanto, la principal diferencia entre un pareado y un adosado es el número de vecinos. Un adosado suele tener dos —uno a cada lado— y un pareado únicamente linda con una casa. Eso, sin duda alguna, puede marcar la diferencia a la hora de escoger. Seguramente con toda esta información ya tienes un poco más claro el tema.
¿Qué tipo de vivienda te ha gustado más? nuestro compromiso es adaptarnos a ti y a tus preferencias. Te mostramos tres de nuestras viviendas con diferentes características para que puedas elegir la que más se adapte a ti:
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