La iluminación suave, indirecta y sutil aporta calidez al ambiente y siempre es un acierto cuando se trata de decorar un baño de ambiente zen.
Como venimos diciendo, la naturalidad es una clave de este estilo y esto también se refleja en la elección de los materiales. Huímos del hormigón y el plástico y apostamos por la madera, el bambú, la piedra o las propias plantas.
Claro, la cerámica de las piezas del baño es inevitable, pero la madera y el bambú deben competir por ser el material estrella en tu cuarto de baño zen.
Hay dos aspectos más que no puedes olvidar en la creación de tu baño zen. Son tan importantes que sin ellos no podrías conseguir el objetivo final que, si recordamos, es lograr un espacio que favorezca la serenidad y la desconexión.
Estos dos elementos son el orden y las plantas.
El orden es un pilar fundamental de este estilo, básicamente porque sin orden es imposible conseguir un equilibrio y un estado mental de relajación. Con respecto a esto, puedes seguir los siguientes consejos:
Las plantas siempre son bienvenidas y hay algunas que son especialmente propicias para este estilo. Ejemplo de ello son las orquídeas y el bambú, que aportarán serenidad y una nota de color al ambiente.
Siguiendo las pautas que te hemos dado en este artículo ya sabes cómo decorar un baño zen. Esperamos que, al aplicarlas, consigas el objetivo de tener un espacio privado de desconexión para descansar tras una larga jornada.
El ajetreo de la vida hace que cada vez sea más importante tener un espacio privado de relax. Si estás en busca de ese lugar tan especial, puede que te hayas preguntado cómo decorar un baño zen. Sigue leyendo, porque en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para crear este espacio.
La serenidad es necesaria en nuestras vidas. Nos ayuda a desconectar del exterior y a volver a conectarnos con nosotros mismos. Necesitamos espacios que fomenten la paz y nos hagan sentir seguros y tranquilos. Solo así podremos recargar las energías necesarias para afrontar una nueva jornada.
Si has optado por crear un baño zen para lograr ese objetivo, toma nota de las claves que debes tener en cuenta.
En primer lugar, podemos decir que los pilares de este estilo son la simplicidad, la claridad y el orden. Pero profundicemos un poco más: hagamos un recorrido por los colores, la iluminación y los materiales más propicios para un baño zen.
La elección de los colores juega un papel fundamental en la definición de los ambientes. En un baño zen, lo que buscas es crear un espacio sereno, acogedor y relajante. En este sentido, una gama de colores neutros y sobrios es exactamente lo que tu baño necesita.
Apuesta por tonos claros, como el blanco o el beige para introducir la sensación de limpieza y tranquilidad en tu cuarto de baño. Otros colores neutros como el gris o el ocre también son bienvenidos.
Lo natural nos relaja. Por eso, si quieres crear un baño con contrastes cromáticos, procura siempre escoger tonos presentes en la naturaleza: el marrón de la madera, el gris o el blanco de las piedras, el verde de la vegetación…
Como sabes, la luz es un elemento clave en la decoración, así que es fundamental escoger bien la iluminación para crear un baño de estilo zen.
La naturalidad es la clave y, por eso, siempre que puedas, opta por la luz natural. Pero, en algunos casos, puede que sea muy intensa. En esas ocasiones, puedes filtrar su entrada con estores, paneles japoneses o unas persianas venecianas de materiales naturales como la madera o el bambú.
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