Esta innovadora mujer rompió moldes al colocar al niño en el centro del proceso educativo. Tanto es así que transformó la educación infantil, creó nuevos materiales para favorecer el autoaprendizaje y apostó por una escuela adaptada al mundo infantil. No en vano, ella defendía que el niño debía de convertirse en su propio maestro y ser capaz, en consecuencia, de aprender por sí mismo sin la intervención de terceros.
De esta manera, los muebles de su habitación –aunque no lo creamos posible– pueden jugar un papel fundamental en su aprendizaje. Por este motivo, asistimos a un auténtico boom de mobiliario para estos espacios inspirados en esta filosofía que busca fomentar la autonomía en los pequeños, además del aprendizaje continuo.
Estamos ante uno de los emblemas de una habitación con estilo Montessori. Estas son bajas e incluso situadas a ras de suelo para que el niño pueda entrar y salir de ella sin necesidad de pedir ayuda a terceros y, sobre todo, sin riesgo de caídas.
Además de procurar mayor seguridad, favorecerá que el niño acceda a su cama con libertad y pueda acostarse cuando se encuentre cansado y abandonarla al despertar.
Las estanterías y zonas de almacenaje de los más pequeños deben situarse a su altura para que con facilidad puedan tomar todo lo que necesiten sin que tengan que pedir ayuda a sus padres. Además, ellos mismos podrán aprender a recoger sus juguetes y mantenerlo todo correctamente ordenado.
Así, se han diseñado infinidad de estanterías, librerías y espacios que reúnen estas características.
También su ropa debe estar accesible y a su altura para que puedan coger sus prendas, disfraces y todo aquello que necesiten para vestirse ellos solos. Los armarios bajos o los percheros tipo burro cumplen perfectamente este cometido.
Incluso puedes incluir un pequeño espejo en el que puedan mirarse y observar qué tal les queda el disfraz o el maquillaje tan divertido que se han puesto en la cara.
Esta línea decorativa pone en valor la madera de color natural y las fibras como el yute o el mimbre. Por lo tanto, huye de los materiales sintéticos en la medida de lo posible para montar la habitación de tus peques al más puro estilo Montessori.
También es importante que los niños dispongan de un espacio en su habitación en el que puedan lanzarse a dibujar, crear y elaborar sus propios proyectos artísticos. En este sentido, procura que cuente con una mesa amplia en la que organizar sus colores, su pizarra y sus papeles en blanco para abordar cualquier trabajo que se planteen.
Sin duda, crecer es todo un viaje en el que puedes ayudarles un poco más creando una habitación en la que se sientan a sus anchas. Un pequeño mundo hecho a su medida en el que todo encaje a la perfección y que les permita divertirse al tiempo que aprenden.
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