Casi todos necesitamos acudir a una hipoteca para poder cumplir el sueño de comprar una vivienda, pero no deberíamos confiar todo el importe al préstamo. Lo cierto es que los bancos no suelen ofrecer más del 80 % del valor de tasación de la vivienda, de manera que correrá de nuestra cuenta —es decir, de nuestros ahorros— el 20 % restante.
Además, no podemos pasar por alto, como bien se explica en esta infografía, una serie de gastos iniciales, como los de tasación, notaría o impuestos, los cuales tendremos que abonar directamente de nuestro bolsillo y cuyo valor varía entre el 10 y el 15 % del total. Por todo ello, los bancos suelen recomendar tener ahorrado un 35 % del valor total de la vivienda para poder afrontar con garantías la compra.
En cualquier caso, dependiendo de dónde queramos que se encuentre localizada la vivienda será necesario un mayor o menor esfuerzo económico, pues el precio de la casa varía sustancialmente de una comunidad a otra.
Así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid las viviendas resultan más caras y ello, a la fuerza, comporta un mayor esfuerzo. El trabajador que pretenda adquirir una casa en propiedad en Madrid necesitará, de media, casi ocho años más que un trabajador de Castilla La Mancha, que en mucho menos tiempo podrá conseguir este 35 %. Poco importaría que su salario fuese más bajo que el del trabajador de Madrid.
Como es conveniente tener ahorrado un cierto capital antes de pedir una hipoteca, es buena idea tener en cuenta algunos consejos que nos ayudarán a ahorrar y llegar a la meta deseada: la compra de una vivienda. Son los siguientes:
Abre una cuenta de ahorro, pero no en el banco en el que tienes la nómina domiciliada y una tarjeta para acceder rápidamente al dinero, sino en un banco en el que una vez que el dinero entra, sea un poco más difícil sacarlo. Si es remunerada, mejor aún. Y en cuanto cobres, ingresa de inmediato la cantidad reservada al ahorro. Así evitarás gastar el dinero indebidamente.
No compres a plazos con intereses.
Adquiere menos productos, pero cuando lo hagas, busca la calidad y paga un poco de más si es necesario. De esta manera, ahorrarás, ya que lo barato suele estropearse enseguida, pero lo que reúne cierto pedigrí podemos usarlo durante mucho más tiempo.
Acorta tus vacaciones y múdate a una casa con un alquiler más barato.
Ya sabes que comprar una casa es una tarea que, como Roma, no se hizo en una hora. Has de ser constante en el ahorro y meditar cada gasto en el que incurras. No olvides que, según recomiendan las propias entidades bancarias, hemos de contar con un 35 % del dinero preciso para la compra de la casa para evitar contratiempos. ¡La constancia y la disciplina se convertirán en tus mejores armas!
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