En cambio, si tienes en mente alguno de los supuestos que enunciamos a continuación, será precisa una licencia de obra mayor:
Una nueva planta.
Obras en los elementos comunes de los edificios.
Ampliaciones en cuanto a altura o volumen.
Obras que modifican la estructura de un edificio.
Obras que generan cambios en el uso del inmueble.
Sin duda, una obra mayor requiere que aportemos documentación al ayuntamiento que ha de expedir el permiso. En concreto, requiere un proyecto técnico, redactado por un técnico competente, como un arquitecto o un arquitecto técnico. ¿De qué documentos consta este proyecto?
Un plano cartográfico en digital realizado por el autor del proyecto.
Un plano de situación.
Planos de la edificación antes de la intervención.
Una memoria descriptiva y justificativa de cumplimiento del Código Técnico de la Edificación (CTE).
Etc.
Deberás acudir al departamento de urbanismo de tu municipio para pedir la licencia de obras. Algunos ayuntamientos ya permiten realizar todo el proceso de manera telemática sin que te tengas que desplazar. En cualquier caso, ten presente las siguientes pautas para ello:
Pide el permiso con la suficiente antelación pues no te la concederán de manera inmediata. En el caso de ser una obra mayor pueden tardar meses en conceder la preceptiva licencia.
No olvides abonar la correspondiente la tasa urbanística, además del impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO). No podemos concretar a cuánto ascenderá la tasa pues cada municipio estima lo que considere conveniente.
Cíñete al tiempo concedido en el permiso. Conviene recordar que los plazos caducan. En caso de que esto suceda, deberás demandar un aplazamiento.
Esperamos que este artículo te haya servido para entender un poco más esta cuestión y saber exactamente qué pasos has de dar en el caso de que tengas una obra o una reforma de tu vivienda en ciernes.
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