El sofá es la pieza central del salón, en él nos sentamos con los nuestros, vemos una película o simplemente leemos un libro, pero su elección es una fuente constante de dudas porque ¿cómo elegir el sofá adecuado?
A veces cometemos auténticas locuras a la hora de escoger el sofá y nos dejamos llevar por su estética sin tener en cuenta que el espacio de nuestro salón es más bien pequeño. Por este motivo, saca el metro y toma bien las medidas, debemos medir la estancia y tener claro cuántas plazas necesitamos. Es importante tener en cuenta que no es lo mismo un sofá para una pareja sin hijos que para una familia de muchos miembros.
En cuanto a la forma, si no dispones de muchos metros, puede que un sofá en forma de L te saque del apuro pues aprovecha muy bien el espacio. Además, el simple hecho de poder ver el suelo que hay bajo él crea sensación de amplitud. Un dato a tener muy en cuenta, ¿verdad?
En lo que respecta al color, si nuestro salón es más bien pequeño, podemos sumar metros (al menos visualmente) con un sofá blanco pues estos tienen la virtud de dar sensación de amplitud dado que es un color que refleja la luz, además de ser muy luminoso.
Aunque comprar barato es una gran tentación, también supone que el sofá quizás no reúna la calidad necesaria. Tanto es así que en unos años puede haber quedado muy estropeado, resulte incómodo y que, por lo tanto, te plantees adquirir uno nuevo.
Sin duda, el sofá de casa es uno de esos muebles en los que no hay que escatimar. Esto, por supuesto, no implica que tengas que gastarte un dineral, sino que simplemente tengas presente que puede salirte mal la jugada si solo tienes en cuenta lo económico del precio.
Te recomendamos los armazones con estructura de madera maciza sin nudos o de acero o aluminio. También es aconsejable que las patas estén incorporadas a la estructura, pues de lo contrario se estropearán con mayor facilidad, especialmente cada vez que lo muevas. Por lo tanto, huye de las atornilladas.
Además es importante tener en cuenta la altura en el caso de que tenga patas, ya que cada vez tenemos más en cuenta este detalle, pues bajo el sofá se acumula polvo y suciedad que de manera fácil y prácticamente a diario puede ser aspirada por nuestro robot aspiradora. De esta manera, siempre tendremos el salón impecable.
También es cierto que, aunque no tengamos esta clase de aspiradores, también resultará mucho más fácil su limpieza si podemos aspirar el posible polvo a mano sin necesidad de mover o arrastrar el sofá.
En el caso de tener niños pequeños o planees tenerlos, debes tener en cuenta esta contingencia pues será fácil que se les derrame alguna bebida, se hagan pis o que incluso lo rayen con un color.
Puedes ponerte a salvo de todos estos imprevistos escogiendo una tela con tratamiento contra las manchas e incluso hidrófugo. En ocasiones nos centamos mucho en el color o las texturas de nuestros sofás, pero también debemos de tener en cuenta el uso diario del mismo para elegir el tejido que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Todos queremos acertar y que el sofá nos dure el mayor tiempo posible. Incluso toda la vida: ¿es eso posible? Si tenemos en cuenta ciertos factores, claro que lo es. Vamos a verlos rápidamente:
Tapizado transpirable.
Estructura de madera o aluminio
Las patas han de formar parte de la estructura del mueble. Si no es así, pueden aflojarse o romperse al moverlas para limpiar.
Una vez que tengamos claras las medidas, podemos ponernos a elegir modelo, pero no solo en función de sus dimensiones y diseño, sino también comodidad. No en vano, a un buen sofá le pedimos básicamente comodidad. Algo que a priori parece muy simple pero que puede convertirse en nuestro caballo de batalla. Una de las claves que pueden servirnos para averiguar si realmente es confortable son nuestras caderas. Nos explicamos. Al sentarnos, estas nunca deben quedar más hundidas que las rodillas. De lo contrario, nos costará incorporarnos, especialmente si somos personas de cierta edad o con problemas de movilidad.
Asimismo, es importante que los pies queden correctamente apoyados en el suelo cuando apoyemos la espalda en el respaldo. Si no es así, deberíamos descartar ese sofá.
También debemos prestar atención al reposabrazos que deberá empezar a la altura del codo y no más abajo como precisan en este artículo de El Mueble.Si tienes en cuenta todos estos aspectos a la hora de elegir el sofá adecuado es muy probable que tengas éxito y no acabes arrepintiendote de tu compra.
Con todos los consejos expuestos, seguramente conseguirás elegir el sofá adecuado. Recuerda que es una de las piezas esenciales de tu hogar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y donde recibimos a nuestros amigos y familiares. Por lo tanto, debe estar a la altura de nuestras expectativas.
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