Abre una cuenta específica dedicada a ahorrar para la casa. No es aconsejable que emplees tu cuenta corriente habitual para el ahorro.
Redondea tus compras. Quizás no sepas que algunos bancos ofrecen la posibilidad de configurar esta opción al pagar con tarjeta. De esta manera, la parte restante hasta llegar al redondeo irá directamente a tu cuenta de ahorro. Así, por ejemplo, si gastas 30,60 euros, los céntimos hasta llegar a la siguiente cifra redonda (31 euros) acabarán en tus ahorros. Puede parecer poco, pero con el tiempo esta pequeña cifra se aprecia de manera clara.
Truco de los 365 días. Es muy sencillo, pero sobre todo se trata de un método muy efectivo a la hora de ahorrar. Únicamente tendrás que ocuparte de apartar un euro más cada día de la semana: lunes (1€), martes (2€), miércoles (3€), jueves (4€), viernes (5€), sábado (6€) y domingo (7€). El ahorro total que conseguirás terminado el año será de 1.456 euros. No está nada mal, ¿verdad?
Presupuesta tus gastos y asigna una cantidad a cada partida: alimentación, ropa, ocio… Quizás tengas que suprimir aquellos gastos como salidas a comer o tomar unas copas; pero, sin duda, el esfuerzo valdrá la pena.
Aprovecha los planes del gobierno para compradores de primera vivienda o menores de 35 años.
Vende todo aquello que no necesites. Es muy probable que en casa cuentes con objetos, aparatos e incluso ropa en buen estado que ya no necesites y de los que puedas desprenderte. De este modo, conseguirás más espacio, pero también un dinero extra.
Es importante la hipoteca que acabes escogiendo. Así, es posible que te parezca tentador los plazos largos a la hora de devolver la hipoteca. Ten presente que cuantos más años, mayores serán los intereses. De este modo, una hipoteca a 30 años te permitirá que la cuota mensual sea más asequible, puesto que el importe total se divide en un mayor número de años. Sin embargo, si acortas los plazos y escoges una, por ejemplo, a 15 años, la cuota será mayor, pero el coste del préstamo será inferior, pues los intereses aplicados serán más bajos.
Otra manera de conseguir que tus ahorros crezcan con vistas a lograr la cantidad necesaria para hacer frente a la entrada de una casa es con la regla 50 30 20. Te explicamos en qué consiste.
El 50% de tu sueldo debe ir destinado a los gastos básicos como alquiler, alimentación o facturas)
El 30% del sueldo debe ir a los gastos personales como restaurantes, cines…
El 20% restante debe destinarse al ahorro.
En suma, si quieres ahorrar para tu próxima casa, ya sabes que al menos necesitarás disponer del 20% del precio de la vivienda, pues las entidades financieras no suelen ofrecer más del 70% en sus créditos hipotecarios. En cualquier caso, la tarea no será tan complicada si tienes en cuenta nuestros consejos de ahorro. ¡Ya verás cómo consigues ahorrar!
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