Aunque algunos de estos sencillos trucos ya los conocerás, otros es muy probable que te pillen de nuevas. Los repasamos a continuación:
Una manera de combatir la canícula es cerrando a cal y canto tanto ventanas como persianas durante las horas centrales del día. Incluso antes si el día se presenta sumamente bochornoso. Esta sencilla precaución puede ayudarte a disminuir la temperatura en unos nada despreciables dos o tres grados.
Si además refuerzas todo ello incorporando unos toldos, ¡mucho mejor!
Por supuesto, al caer la noche, aprovecha para abrir bien a fin de aprovechar el frescor nocturno y que se vaya disipando el calor del interior.
Los ventiladores pueden ayudarnos también y mucho más de lo que algunos imaginan. El truco reside en colocar un recipiente con hielo y sal gorda delante del aparato para que el viento sea mucho más fresco. ¿No lo crees posible? Pues te retamos a que lo pruebes.
Por cierto, si llevas tiempo sopesando esta opción, pero nunca pareces decidirte, ya te aseguramos desde aquí que los ventiladores de techo son excelentes soluciones para lidiar con el calor.
Pero ¡ojo! No te estamos diciendo que te des un chapuzón en la piscina y ni siquiera una ducha, simplemente empápate las muñecas y los pies con agua fría de forma habitual. Verás qué cambio y, para más inri, ahorrando agua.
Aunque puede que no te apetezca mucho sacarlas para volver a ponerlas al cabo de unas horas, valdrá la pena la molestia si con ello consigues dormir un poco más fresco durante las duras noches tropicales. Déjalas tendidas y no olvides rociar las sábanas con una suave colonia antes de irte a dormir. Verás qué cambio.
Esta es una costumbre que hemos perdido pero que nos permitía disfrutar de agua fresca de una manera eficaz y sin tener que consumir recursos energéticos. Afortunadamente parece que algunos hogares vuelven a recuperar la tradición pues se ha puesto de moda lo antiguo. Si además, filtras el agua del grifo o usas carbón activado para mejorar su sabor y depurarla, perfecto pues ahorrarás al medio ambiente los plásticos de las botellas que, en muchas ocasiones, no se reciclan.
Pues riégalas durante la noche. Aprovecharán más el agua y, además, la humedad de la tierra refrescará el aire que entre en la casa.
Si tienes esta posibilidad, no desaproveches la ocasión y planta unas trepadoras que proporcionan frescor y evitan que el calor acceda a la casa.
Así que ya sabes cómo plantar cara al calor. No digas que te han faltado consejos para mantenerte lo más fresco posible durante los días más duros del verano. ¡Y paciencia que el otoño ya está a la vuelta de la esquina!
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