Es importante conocer la existencia del fondo de reserva que, según la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), deben contar las comunidades de propietarios. Este fondo tiene como propósito hacer frente a los gastos que con carácter urgente o extraordinario deba sufragar la comunidad.
La titularidad corresponde a la comunidad y, además, contará con una cantidad que en ningún caso podrá ser inferior al 10% del último presupuesto ordinario de la comunidad. Así quedó establecido en marzo de 2019. Antes de esa fecha se exigía únicamente el 5%.
Podemos traer a colación las conclusiones a las que ha llegado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que no tiene dudas a la hora de señalar una serie de temas que pueden ayudar a reducir la factura de la comunidad sin que el mantenimiento de la misma se resienta por ello.
La cuenta bancaria: según explican desde este organismo, existen entidades que cobran más de 1.300 euros por lo mismo, mientras que en otras cuesta mucho menos este servicio. En concreto, estaríamos hablando de un ahorro que cifran en un 97% al año.
El seguro de la comunidad: este asunto también merece que le dediquemos toda la atención. No en vano, si se elige la misma compañía para el seguro de la comunidad y para las pólizas de hogar de cada vecino se pueden obtener bonificaciones y evitar, asimismo, el pago de coberturas solapadas.
La energía: en este apartado también podemos hacer importantes cambios que redunden en un evidente ahorro. Al respecto, podemos reemplazar las bombillas por unas led, ajustar la potencia eléctrica a los requerimientos de la comunidad, optar por una buena tarifa de la luz y apostar por energías renovables como la solar que en el medio plazo ya nos permitirá un consumo casi nulo en el edificio, entre otras posibilidades.
El mantenimiento del ascensor: respecto a este tema conviene tantear a las distintas empresas. De hecho, según la OCU, es posible encontrar precios que en números redondos van de 1.150 a 1.400 euros; es decir, hablamos de un ahorro que ronda el 20%.
Un buen administrador: no importa que sus servicios sean más caros si es capaz de detectar gastos inútiles, así como buscar las mejores ofertas para atender las necesidades de la comunidad. Estos profesionales conocen muy bien su trabajo y están al tanto de todos los pormenores de la ley lo que nos evitará cuantiosas multas.
No obstante, hay muchas más recomendaciones para poner en práctica en el edificio y que nos permitirán reducir el gasto. Toma nota de lo que sigue:
Apostar por la eficiencia energética, pues el agua, la electricidad o la calefacción suponen un importante desembolso, pero podemos tomar medidas para reducir este gasto con ventanas y puertas de altas prestaciones.
Instalar detectores de presencia y movimiento que se encenderán o apagarán únicamente cuando haya alguien.
Colocar programadores para la iluminación exterior que se activarán según la iluminación ambiente y teniendo en cuenta todas fuentes de luz natural.
Ahorrar agua gracias a la reutilización de la misma o prescindir de plantas como césped natural que exigen abundante riego y apostar por especies autóctonas que apenas necesitarán agua y, por lo tanto, se mantendrán bonitas y en un buen estado a pesar de las sequías.
Recurrir a la tecnología, dado que existen diferentes aplicaciones que pueden ayudarnos en el cometido de ahorrar.
Subvenciones y ayudas, ya que es posible acceder a las diferentes subvenciones disponibles que nos permitirán rehabilitar el edificio, instalar ascensores o mejorar la eficiencia energética, entre otras muchas posibilidades.
A nadie le pasa inadvertido que la presencia de un vecino moroso que no está al día con la comunidad puede obligar a los demás a tener que incrementar sus cuotas para atender correctamente el mantenimiento y gestión del edificio, así como los espacios comunes.
Para evitar que esto ocurra, es preciso que se persiga a los morosos. Normalmente se acude a la judicial e incluso el arbitraje. Asimismo, ciertas compañías se dedican al cobro de deudas. Siempre es aconsejable contar con un buen seguro para comunidades que incluya la defensa jurídica entre sus coberturas.
Esta tarea también recae en el administrador que con su posición neutral puede hacer gala de unas excelentes habilidades de negociación.
En conclusión, ya has visto que los gastos de la comunidad pueden reducirse si nos tomamos la molestia de estudiar las diferentes alternativas existentes. Así que conviene ponerse a la tarea, ya que el ahorro puede ser considerable. ¡Suerte con ello!
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