Ahora que estamos ya con el otoño bien entrado y que el invierno es cuestión de unos pocos meses, más vale que tengas previsto un buen perchero a la entrada para acoger las chaquetas, bufandas, bolsos e incluso sombreros de todas las visitas. Los hay muy estilosos de pie, otros de pared y, por supuesto, un burro para colgar toda esa indumentaria de abrigo. Tampoco vendría mal que añadieras un paragüero, sobre todo si en tu región abundan las lluvias.
El plus al detallismo se lo llevaría un colgador para las mascarillas de las visitas. De esta manera, pueden desentenderse de ella de una manera muy higiénica en la misma entrada de la vivienda. Esto es especialmente útil si tenéis previsto una comida, una merienda o una cena.
Si no sois muchos en casa, es natural que la mesa que os acoge no sea muy grande. No obstante, es cierto que en determinadas ocasiones daríamos nuestro reino por una útil y coqueta mesa extensible. En ese caso, te recomendamos que te hagas con una preciosa mesa que te sirva para el trajín diario, pero también para darte el capricho de una populosa comida familiar o con amigos.
También es recomendable tener guardadas en el trastero unas sillas plegables para sentar cómodamente a nuestras visitas en estas ocasiones. Son muy baratas y extremadamente útiles para salir de estos apuros en los que necesitamos con urgencia unos asientos extra.
No todos podemos permitirnos el lujo de contar con una estilosa habitación de invitados para acoger a los familiares y amigos que vienen a visitarnos desde la otra punta del mundo (o de España). Por este motivo, te recomendamos comprar un sofá cama para el salón. De esta manera, carecerán de excusas para no quedarse el tiempo que se te antoje.
No hay velada que se precie sin la correspondiente música de fondo. Ese hilo musical no debe ser excesivamente estridente o a un volumen muy alto. Conviene no hacer elecciones de música marchosa, pero tampoco debe pecar de ser demasiado tranquila. Así, se evitan de forma habilidosa los silencios incómodos y se anima el ambiente, especialmente si los reunidos son unos perfectos desconocidos o todavía no se ha entablado una relación de confianza.
Los manteles siempre son estupendas maneras de dotar de elegancia a una mesa en tales ocasiones. Procura que tu mantelería combine con la vajilla que tengas prevista para estas veladas. Un centro de mesa o un jarrón con flores secas servirán para dar la bienvenida a todos los invitados.
Procura, asimismo, tener las viandas prácticamente preparadas a su llegada. De esta manera, no pasarás la mayor parte de la velada con idas y venidas a la cocina. Los platos que se sirven fríos pueden ayudarte a ello. Colócalos en el centro y deja que ellos mismos se sirvan la ración que les apetezca.
Poco más nos queda añadir sobre cómo recibir invitados en casa. Únicamente que disfrutes del momento, sobre todo tras los meses de pandemia en los que parece que por fin podemos volver a reencontrarnos sin perder de vista la seguridad.
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