Sin duda, los suelos rojos realzan la belleza de las terrazas, pero no siempre sabemos abordar correctamente su limpieza. Lo cierto es que no queremos por nada del mundo que vaya perdiendo paulatinamente su atractiva coloración y muestre, con el tiempo, un aspecto deslucido.
Por lo tanto, si te has propuesto que no pierda ni un ápice de su color sin que ello suponga renunciar a una correcta limpieza, toma nota de los siguientes consejos.
Un error muy común es no apartar correctamente los muebles, como las mesas y sillas, antes de empezar a limpiar las baldosas rojas de la terraza. Si no lo haces, las baldosas adquirirán un tono desigual. Así, con el tiempo observarás que las zonas debajo del mobiliario presentan un color más oscuro que aquellas que están a los lados que suelen ser más claras.
Si quieres evitar este antiestético problema, no olvides apartar los muebles antes de emprender la limpieza.
Quizás esto ya te lo imagines, pero nunca viene mal recordar la importancia de barrer cualquier presencia de hojas, tierra o polvo. Deberás hacerlo antes de aplicar el producto específico para limpiar o encerar que hayas escogido. De lo contrario, los acabarás arrastrando y el suelo no quedará limpio.
Un producto que te vendrá de perlas para este menester es el ácido muriático con el que lograrás desprender de manera eficaz infinidad de manchas, aunque también la lejía funciona estupendamente. En cualquier caso, ten en cuenta las siguientes instrucciones:
Es cierto que algunas manchas requieren un trabajo extra. No en vano, en ocasiones nos topamos con viejos lamparones de grasa que no sabemos cómo eliminar. Para ello, podemos agregar medio cubo de agua con 50 mililitros de alcohol absoluto.
Después frotamos con una bayeta de microfibra o cualquier otro paño que nos parezca conveniente tras sumergirlo en esta solución y vamos presionando hasta que desaparezca o se vaya atenuando. Es importante que no frotes y optes por presionar con fuerza.
Si estamos ante una mancha blanquecina, recurre al amoniaco perfumado diluido en un litro de agua y con un estropajo frota sobre ella.
Ya verás cómo las baldosas de tu terraza siguen luciendo esa intensidad que tanto te gusta y que la hace ganar en belleza y atractivo estival. Solo es cuestión de tomar nota de estos consejos y aplicarlos con regularidad en la limpieza.
En cualquier caso, te recomendamos que amplíes el tema en este artículo que al respecto ha escrito una empresa especializada en la materia.
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