Antes de ponernos a jugar siempre viene bien algo de historia. El dominó no llegó a Europa tal y como lo conocemos hasta mediados del siglo XVIII, cuando los italianos lo introdujeron en el continente. Pero lo cierto es, que su origen está relacionado con los juegos de dados chinos que aparecieron hace mil años.
Ahora que conoces un poco su origen y cómo se juega es el momento de crear el tuyo propio. Prepara los materiales y ¡manos a la obra!
Los materiales necesarios son:
Cartón
Un cúter
Regla
Lápiz
Rotuladores de colores
1. Coge el cartón, el lápiz y la regla y crea 28 rectángulos que sean el doble de altos que de anchos. Estas serán las piezas del juego.
2. Recórtalas con el cúter con mucho cuidado y utiliza un rotulador negro para hacer una línea en el centro.
3. Usa el resto de los colores para dibujar en tus piezas de cartón las figuras que más te gusten. ¡Deja volar tu imaginación y tendrás un juego de dominó único!
4. No tienes por qué limitarte al tradicional diseño con números. De esta forma los peques se lo van a pasar en grande creando sus propias fichas
5. ¿Ya lo habéis acabado? ¡A jugar y que gane el mejor!
Como ves es algo muy sencillo, no necesitas muchas cosas para crearlo y es pura diversión y entretenimiento desde el minuto 1. Y si los peques están muy inspirados, pueden hacer más de un dominó y regalárselo a algún amigo. Sea como sea esperamos que disfruten y se conviertan en unos auténticos campeones de dominó.
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