Si eres un aficionado al yoga, seguramente querrás habilitar una zona en tu casa para poder dedicarte a practicar con total libertad y concentración todos los ejercicios de cualquiera de las modalidades de yoga que practiques.
Evita escoger el cuarto de la plancha o el espacio de juegos de los niños, porque necesitamos sentir esta zona como nuestra.
Únicamente necesitarás una zona limpia de muebles donde poder extender tu esterilla y dejarte llevar por la magia del yoga. Luego podrás guardar todos tus utensilios en un cesto o arcón cercano.
Recuerda que esta zona debe ser diáfana, sin distracciones de cuadros y adornos innecesarios. Procura, además, que la intensidad lumínica resulte adecuada y puedas regularla.
En cualquier caso, te recomendamos las siguientes pautas:
Ten cerca un aparato de música para colocar la música que necesites para relajarte y ayudarte a pensar. Pero, eso sí, elimina toda aquella tecnología superflua como aparatos de wifi, ordenadores o teléfonos móviles.
Trata que esta zona de meditación esté siempre preparada y lista para que puedes lanzarte a meditar sin tener que ponerte a retirar previamente demasiados muebles y objetos innecesarios. De lo contrario, siempre encontrarías excusas y estarías postergando continuamente el momento.
Si tienes una ventana cerca, aprovéchala pues es fuente de luz y te permitirá, además, contemplar un paisaje como un parque, un jardín, el bonito tejado de una casa antigua que tengas enfrente o simplemente un pedazo de cielo.
Si no pretendes practicar yoga, sino solamente meditar y reflexionar procura rodearte de cojines y puffs, o una alfombra mullida, en los que te sientas cómodo.
Los materiales han de ser naturales y no sintéticos. Te sentirás mucho mejor en un ambiente donde primen, además, las plantas y los retratos de paisajes evocadores.
Una lámpara de sal, un cuenco tibetano, o diversas piedras y gemas y, cómo no, una bonita figura de buda pueden ayudarte a relajarte. Recuerda buscar siempre aquellos objetos que te transmitan paz y sensaciones relajantes.
Es aconsejable que la estancia escogida esté pintada en tonos pasteles como el azul, el rosa o el beige.
Puedes quemar inciensos, palos de santo, sándalo... Si eliges velas, ten cuidado pues algunas de ellas no son tan naturales como creemos y contienen tóxicos como descubrió la Environmental Protection Agency (EPA) tras realizar una investigación que sirvió para constatar que el humo de este tipo de velas elaboradas con parafina puede contener hasta más de 20 químicos peligrosos como la acetona, el benceno o el tolueno. Puedes completar esta importante información en este artículo de la revista ELLE.
En suma, tu hogar puede convertirse en todo un remanso de paz para tu mente y ayudarte a dejar aparcado el estrés a la puerta de casa. Únicamente necesitarás tomarte la molestia de construir un pequeño santuario con las pautas que te hemos suministrado. Así, no habrá pretextos para redescubrirte todos los días. ¡10 minutos de meditación obran maravillas!
Te mostramos tres de nuestras promociones donde sus amplios espacios, grandes ventanales y buena ilminación, te permitirán crear el rincón perfecto para poder meditar y relajarte:
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