Lo cierto es que estas subastas judiciales suelen llevarse a cabo cuando el anterior propietario de un piso o una casa no pudo hacer frente a la hipoteca y, por lo tanto, se ha optado por sacarla a subasta.
Se puede subastar todo aquello que esté embargado. De esta manera, podemos encontrarnos pisos, terrenos, locales comerciales, una oficina, un chalé e incluso una plaza de garaje.
En concreto, estas son las principales características de este tipo de subastas:
Puede concurrir cualquier persona física o jurídica que lo desee, no existen limitaciones al respecto.
Ingresar una fianza del 5% del valor del inmueble. Esto debes hacerlo el día anterior a la puja.
En el caso de que ganes la subasta, deberás abonar el 95% restante en los 20 días posteriores.
Pero es posible que la subasta quede desierta y, en ese caso, no se te devolverá el 5% que pusiste para entrar en ella.
Este último aspecto obliga a tener mucho cuidado a la hora de decidir optar a una subasta judicial pues nada nos garantiza que esa cantidad inicial nos sea devuelta y, por lo tanto, es posible que la perdamos sin que podamos hacer algo al respecto pues no cabe su reclamación.
Si aún así has decidido probar fortuna con este tipo de subastas, esto es lo que habrás de hacer para poder participar en una subasta judicial.
Recuerda que ya no existen las subastas judiciales presenciales a mano alzada desde hace varios años y, por lo tanto, todo el procedimiento se realiza por internet. Toma nota de todos los pasos:
Debes acceder al portal de subastas online del BOE.
No olvides que será preciso que cuentes con tu certificado digital o a través del sistema Cl@ve de la administración electrónica.
Revisa los anuncios de las provincias que te interesan.
Una vez que se publique el anuncio, deberás depositar el 5% del precio del inmueble. Una vez abonado, recibirás un acuse de la transacción con todos los datos precisos.
Podremos, además, observar el resto de pujas y ver cuál es la cuantía de la más alta.
Si ganas, se te comunica y deberás depositar el 95% restante en un plazo de 20 días.
Sin embargo, existen ciertas desventajas en torno a estas subastas que no conviene subestimar pues todo ha de ser valorado en su conjunto antes de emprender cualquier tipo de acción:
No podremos ver su interior antes de pujar, solo tenemos acceso a la información registral, pero no si el inmueble está ocupado o si existen deudas con la comunidad de vecinos que pueden ser –en ocasiones– muy cuantiosas.
Puede ser útil intentar hablar con los vecinos por si éstos pueden proporcionarnos información respecto al estado de la vivienda.
En suma, estas subastas pueden convertirse en una gran jugada inmobiliaria pero, en cualquier caso, sé cauto e infórmate antes de tomar cualquier decisión.
No podremos ver su interior antes de pujar, solo tenemos acceso a la información registral, pero no si el inmueble está ocupado o si existen deudas con la comunidad de vecinos que pueden ser –en ocasiones– muy cuantiosas.
Puede ser útil intentar hablar con los vecinos por si éstos pueden proporcionarnos información respecto al estado de la vivienda.
En suma, estas subastas pueden convertirse en una gran jugada inmobiliaria pero, en cualquier caso, sé cauto e infórmate antes de tomar cualquier decisión.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible