Tenemos que ser especialmente cuidadosos con este tema ya que puede originar serios problemas en la casa. De esta manera, podemos citar los siguientes:
No debemos plantar determinadas variedades en las proximidades de la casa. en concreto, hablamos de las siguientes: abedul, chopo, fresno, haya, olmo, castaño de indias, eucalipto, jacaranda o sauce, entre otros. El pavimento de la casa puede empezar a levantarse debido a unas raíces que empiezan a resultar problemáticas.
En cambio, podemos apostar por la melia, el koelreuteria o la albizia. Lo más adecuado es que nos dejemos aconsejar por los especialistas en la materia. Seguramente en un vivero podrán resolver todas las dudas que nos surjan al respecto. En líneas generales, lo más adecuado es escoger árboles de porte bajo Y, en definitiva, no demasiado espigados.
De sobra sabrás que el cometido de las raíces es buscar alimento, como agua y nutrientes que aporta la tierra. por lo tanto, para evitar que estas crezcan en exceso es recomendable que riegues el árbol con frecuencia. Si quieres simplificarte la tarea, instala goteo en todo el jardín y solo tendrás que preocuparte de abrir la llave regularmente.
Otro truco para evitar las intromisiones de las raíces lo encuentras en el hormigón. Sí, porque puedes intercalar entre el árbol y la vivienda que deseas proteger con una Zanja de cemento. Después la cubres con tierra, césped o cualquier otra planta elegante para exterior. así evitarás que las raíces avancen hacia esa zona en concreto.
Si no has tenido en cuenta estos consejos o el árbol ya estaba ahí cuando adquiriste la vivienda, puedes optar por ir cortando las diversas ramas. Si realizar una poda anual, evitarás que el ejemplar tenga una copa muy frondosa. Debes tener presente que si cuenta con muchas ramas, el árbol necesitará echar más y más raíces para nutrirse.
No queremos concluir este artículo de recomendaciones sin subrayar la importancia de planear bien la plantación de los árboles. Recuerda que no debes colocarlos demasiado juntos pues con el tiempo se pueden acabar entorpeciendo y, por supuesto, no los sitúes muy cerca del edificio.
En el peor de los casos, nos veremos obligados a extraer el árbol ya que no hay forma de impedir que las raíces perjudiquen a la vivienda. Pero quizás con todos estos consejos, no te veas en la tesitura de tomar esta drástica medida.
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