Según destacan en la Asociación Española de la Cama (asocama), un tercio de nuestra vida transcurre sobre un colchón. Por lo tanto, no debemos subestimar su importancia.
Además, debemos tener presente que se recomienda cambiar de colchón cada diez años, pues pasada una década ninguno mantiene sus cualidades originales e, incluso, afirman desde este asocama, puede ser perjudicial para nuestra salud.
Lo cierto es que cada persona demanda un colchón con unas características concretas. Al respecto, el colchón ideal no debe ser ni duro ni blando. Lo más importante es que sea mullido para que se adapte perfectamente a la curvatura de la columna. La firmeza ha de ser media a fin de que se pueda adaptar con facilidad a la presión y peso ejercido por cada una de las partes del cuerpo.
También es cierto que el gran abanico de opciones disponibles en el mercado que han salido en los últimos años puede complicar un poco más la, ya de por sí compleja, tarea. Así, según nos explican en un artículo de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los colchones pueden ser de muchos tipos, de distintos materiales (de espuma, muelles, látex...), además de presentar diferentes grados de firmeza.
También la gran disparidad de precios es un aspecto a tener en cuenta. No en vano, encontramos modelos sencillos con precios económicos y más sofisticados alrededor de los 1.000 euros o más.
En cualquier caso, debemos tener presente que ciertas personas, como los niños, presentan una anatomía diferente a la de los adultos y esas diferencias debemos tenerlas en cuenta a la hora de comprar un colchón.
Así, desde asocama, explican que el colchón infantil debe ser firme, mullido y capaz de adaptarse a la columna del pequeño, que está todavía formándose. Además, dado que puede pasar que el niño se orine por la noche, conviene proteger el colchón. Por lo tanto, valora colocar unas fundas impermeables, aunque asegúrate de que estas permitan la transpiración. De lo contrario, el niño sudará, especialmente en verano.
Quizás uno de los orígenes de discusión más frecuente sea la elección del colchón para la cama que compartirá una pareja, pues cada uno de los integrantes tiene diferente percepción acerca de la firmeza del colchón y cada uno pesa diferente. Afortunadamente, existen soluciones en el mercado, como este ideado por la marca Dokhand, encaminadas a solucionar este pequeño problema.
Si dormimos solos debemos escoger nuestro colchón en función de factores como nuestra forma de dormir (boca arriba, boca abajo o de lado) y tener en cuenta, incluso, si nos movemos mucho o poco durante la noche. Al respecto, según explican en el Diario.es, una persona que duerme boca arriba, necesitará un colchón bastante firme que evite la adopción de malas posturas. En cambio, una persona que duerma de lado, necesitará firmeza media, o al menos eso sería lo recomendable. Quienes duerman boca abajo deberían escoger un colchón blando.
Por otro lado, a lo largo de esos diez años de uso, el colchón necesita un correcto mantenimiento. Para hacerlo, podemos seguir los consejos que nos proporcionan desde asocama. En concreto, nos recomiendan ventilar el colchón a diario, darle la vuelta cada tres meses y girarlo horizontalmente para evitar deformaciones. En cualquier caso, siempre conviene leer las instrucciones del fabricante y seguirlas.
Esperamos que este artículo te haya servido para ayudarte a elegir el colchón más adecuado, pues entendemos que el descanso es crucial para el organismo, por lo tanto, este debe estar a la altura de nuestras necesidades.
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