Antes que nada, ten muy presente que la seguridad es lo primero. Por lo tanto, hazte con el equipo necesario para realizar esta pequeña labor de bricolaje con la debida protección. Así que toma nota de estos imprescindibles:
Un par de guantes para la protección de las manos.
Gafas para salvaguardar los ojos de las posibles esquirlas y trozos de espejo que puedan saltar.
Herramientas homologadas y específicas para realizar este trabajo. En concreto, necesitarás un corta vidrios (que esté correctamente afilado) y un compás corta vidrios para darle –en su caso– forma redondeada.
Una vez que nos hayamos puesto tanto los guantes como las gafas, empezamos con nuestra tarea.
1.Marcamos con un rotulador indeleble la línea que quieres seguir para efectuar el corte. Recuerda que la marca debe ir sobre el mismo espejo. Puedes pasar primero un poco de aguarrás en la zona para limpiarla y que no queden partículas de polvo.
2. Necesitamos un utensilio recto que te sirva como guía para el corte. Puedes ayudarte con un listón de madera o incluso un nivel. Una regla también nos iría estupendamente. Cogemos el corta vidrios y empezamos a realizar la hendidura. Recuerda no ejercer mucha presión.
3. Para los cortes redondos, podemos emplear el compás. Recuerda que actuar con suavidad es clave pues estamos trabajando con un material muy delicado.
4. Verás que con las herramientas que hemos estado utilizando, el espejo no termina de cortarse, pero sí que tiene la hendidura hecha. Únicamente necesitaremos apoyarnos en el canto de una mesa con el espejo, esta vez con bastante firmeza y presionar ligeramente hacia abajo. Enseguida observarás que el espejo se fractura justo por la marca que hemos realizado.
5. Es posible que queden pequeños picos o trozos que no resultan muy estéticos. Retíralos con unas tenazas o con unos alicates.
6. Finalmente pasamos una lija de grano 200 por los bordes a fin de pulir los filos cortantes y que podamos, por lo tanto, coger el espejo con seguridad.
Es posible que después quieras ponerle un marco, pero en cualquier caso, si no vamos a colgar el espejo de forma inmediata, una última precaución que podemos adoptar es cubrir los bordes con cinta adhesiva de papel. Así, nos protegeremos de posibles accidentes.
Seguramente con todas estas instrucciones te ha quedado muy claro el proceso y es incluso probable que te hayan entrado ganas de cortar ese enorme espejo que tienes guardado en el trastero y que quedaría estupendamente en el recibidor. Ya ves que no hay nada que te impida ponerte manos a la obra y sacar partido a ese viejo espejo.
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