Los certificados energéticos indican cuán eficiente es energéticamente un inmueble y en base a ello, le otorgan una calificación. La etiqueta de dicho documento está formada por siete letras que van desde la A hasta la G.
La letra A corresponde a la vivienda más eficiente energéticamente. En cambio, la G se corresponde con la menos eficiente. Hay que tener en cuenta que esta puntuación también se corresponderá con un ahorro o un mayor gasto en las facturas de la luz. Por tanto, es buena idea verificarlo cuando estás buscando casa para saber cuál será el coste de enfriar, calentar y/o iluminar tu casa.
Más allá de la letra que le sea asignada, el certificado energético proporciona información muy valiosa para el comprador:
Detalles sobre la identificación del edificio o de la vivienda en particular.
Un informe en el que se indique el procedimiento que se ha seguido para obtener el certificado donde se incluirá documentación como: características energéticas de la vivienda (instalaciones térmicas, envolventes térmicas, iluminación, etc), normativa en vigor y descripción de las comprobaciones efectuadas por el personal técnico.
Etiqueta energética que describe la calificación de eficiencia energética.
Además de esa clasificación se incluyen otras parciales como las de refrigeración o agua caliente.
Recomendaciones del personal técnico con medidas de ahorro energético.
El procedimiento para conseguir el certificado energético es sencillo y bastante rápido, por lo que no te causará muchas molestias:
Lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con un certificador energético y solicitarle un presupuesto. Podrás encontrar varios de estos profesionales en un listado que facilita cada Comunidad Autónoma. Este técnico reunirá la información necesaria sobre la propiedad y otros datos que necesitará para comenzar el trámite, como cuántos kw consume la casa.
Una vez realizada la elección del certificador, será éste quien acuda al inmueble para recopilar información mediante una auditoría energética. En este proceso observará con detalle características como la abertura de puertas y ventanas, la orientación o la exposición exterior.
El siguiente paso se llevará a cabo a través de un programa informático del Ministerio de Industria. El técnico lo utilizará para realizar los cálculos de eficiencia energética y elaborar el informe en el que constarán los resultados y las recomendaciones a considerar junto con la letra de eficiencia energética.
Por último, el certificado debe quedar registrado para que la Administración Autónoma local lo valide. Dicho documento tendrá una validez de 10 años.
En relación al coste, este puede variar debido a que cada certificador puede poner la tarifa que crea conveniente. Para poder hacernos una idea, en inmuebles de entre 80 y 150 metros el precio oscila entre 100 y 300€.
El certificado energético es obligatorio para los propietarios que procedan a vender o alquilar una propiedad. Concretamente un edificio, vivienda unifamiliar, piso o local. No importa la antigüedad del inmueble, si quieres ponerlo en venta o alquiler deberás tramitarlo antes. Si intentas llevar a cabo dichas operaciones sin disponer del certificado estarás cometiendo una infracción que conlleva sanciones de entre 300€ y 6000€.
Podrás evitar este trámite si es un edificio residencial con estas características: superficie útil menor de 50m2 o si la propiedad es utilizada durante menos de 4 meses al año consumiendo menos del 25% del consumo anual.
Más allá de la obligatoriedad impuesta por ley, el certificado energético te ayudará a encontrar formas más eficientes para el funcionamiento de tu hogar. Si sigues las recomendaciones marcadas por el técnico, ahorrarás dinero en las facturas de luz. Además, tener una etiqueta con letra A o cercana a esta atraerá a los compradores e inquilinos.
El certificado energético suele ser solicitado por el propietario de una vivienda o un local, o por el arrendatario en caso de alquiler, cuando desean vender, alquilar o publicitar la propiedad.
Si una casa no tiene certificado energético cuando es necesario, el propietario puede enfrentar sanciones económicas en algunos países. Además, la falta de un certificado energético puede limitar la capacidad de vender o alquilar la propiedad, ya que es un requisito legal en muchos lugares.
Las viviendas que están exentas del certificado energético pueden variar según la legislación local, pero generalmente incluyen edificios históricos protegidos, lugares de culto, propiedades utilizadas menos de 4 meses al año, edificios industriales no residenciales, entre otros. Es importante consultar la normativa local para conocer las exenciones específicas en tu área.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible