Sin duda, este es el momento más adecuado para ir desprendiéndonos de ropa que se ha estropeado, ya no nos gusta o simplemente (como suele ser el caso de los más pequeños de la casa) se ha quedado pequeña.
Aprovecha y, si puedes, vende las prendas que se encuentran en buen estado. Sin duda, es una excelente manera de ganar un poco de dinero pero, sobre todo, no desperdiciar recursos ya que le damos una segunda oportunidad a prendas en buen estado de conservación. De hecho, ¿sabías que la industria de la moda es la más contaminante del planeta? Sí, porque cada vez compramos más y sacamos menos partido a las que ya tenemos.
Ahora que has retirado del interior de los armarios gran parte de las prendas, es el momento oportuno de limpiar y sacar el polvo de los estantes, cajones y cualquier repisa.
Es cierto que existen afortunados capaces de tener el vestuario de verano y de invierno al mismo tiempo en una feliz coexistencia pues su espacio lo permite. Sin embargo, no es lo habitual. Así que el común de los mortales necesitaremos tirar de cajones, además de una buena remesa de fundas y cajas para guardar toda la vestimenta del verano correctamente. En el caso de que no las tengas, aprovecha para hacerte con un buen conjunto de ellas. De esta manera, podrás guardar las prendas de la mejor manera posible.
Por lo tanto, contar con un buen espacio de almacenaje es clave.
Vale la pena dedicar un tiempo a revisar las prendas de la temporada pasada para detectar posibles manchas o suciedad. Si es así, lávalas de nuevo. Recuerda colocar bolsitas con flores o aromáticas pastillas de jabón para que cuando las vuelvas a sacar huelan estupendamente.
Las mejores son las perchas de madera, pues no deforman la ropa. Procura colocar una sola prenda por percha y organizarla de tal manera que no necesites mucho tiempo para localizar lo que necesitas. Lo cierto es que aquello de difícil localización, y que incluso permanece sepultado por otras prendas, acabamos por no usarlo.
Si eres capaz de seguir este método, te aconsejamos que clasifiques tu armario por colores. Te facilitará la tarea de encontrar lo que buscas y, en suma, te ahorrará tiempo. Si este sistema no te convence, también puedes optar por organizar por estilos.
Dicho todo esto, coge el toro por los cuernos y no permitas que el cambio de armario te intimide. Con estos consejos te quedará de maravilla. En cualquier caso, si crees que necesitas más ideas para sacarlo adelante con éxito, echa un vistazo a este útil artículo de ABC.
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