A priori resulta difícil determinar si es mejor decantarnos por uno u otro, pero entre las ventajas de los calentadores eléctricos podemos citar las siguientes:
Por su parte, los calentadores de gas también tienen sus ventajas:
Pues si nos fijamos en el consumo, es muy probable que las de gas nos convenzan un poco más. De hecho, tal y como podemos leer en este artículo del comparador Tarifas Gas Luz, la caldera de gas natural es más económica que la eléctrica pues, a día de hoy, el precio del gas resulta más barato que el de la electricidad.
Sin embargo, quizás uno de los inconvenientes de las calderas de gas con respecto a las eléctricas es que, son un poco más inseguras que las eléctricas y requieren que nos esmeremos con su mantenimiento. En este sentido, según recogen en un artículo publicado en la web de Endesa, estas calderas necesitan una revisión obligatoria cada 2 años en el caso de aparatos de hasta 70kW, que suelen ser las más comunes en instalaciones individuales. En ciertas regiones, como el País Vasco, esta revisión es incluso más exigente, pues debe ser anual.
Asunto diferente es la inspección de la instalación, que engloba tanto tuberías como contador, entre otros aspectos, y que debe realizarse cada 5 años de manera obligatoria. Un año antes en el caso del País Vasco.
Lo cierto es que en Aelca consideramos que las calderas de gas ganan la partida a las eléctricas, pues su uso beneficia no solo al consumidor, sino también al medio ambiente. Así, es la opción más eficiente y económica, a la par que sus emisiones de CO2 son mucho más bajas que las que producen las eléctricas. Si tenemos un calentador de gas deberemos prestar especial atención a la seguridad, aunque prácticamente todos los seguros de hogar contemplan un servicio de revisión de la caldera de carácter anual.
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