Lo cierto es que este es uno de los métodos más empleados a la hora de tasar una vivienda y, por lo tanto, es importante que nos informemos acerca de ello para una correcta valoración, sobre todo si pretendemos sacarla a la venta.
Sin duda, lo más cómodo y práctico sería acudir a alguno de esos portales inmobiliarios en los que se suelen publicar informes mensuales en los que se recoge el precio del metro cuadrado de los diferentes municipios y ciudades. Por lo tanto, pueden sernos de gran utilidad a la hora de orientarnos en esta cuestión.
En cualquier caso, hay otros métodos que nos pueden ayudar a ello. Vamos a verlo con detenimiento en los siguiente apartados.
Una de las primeras dudas surge con respecto a cuántos metros tenemos en casa, ya que es un detalle que se tiende a olvidar con el tiempo. Por este motivo, te recomendamos que contrates los servicios de un aparejador o cualquier otro profesional que domine esta cuestión para que mida la vivienda.
Por supuesto, también tenemos la alternativa de acudir al Registro de la Propiedad y solicitar una nota simple registral en la que se suelen consignar este y otros tantos datos.
No obstante, tenemos que realizar ciertas matizaciones respecto a esta materia. Así, por ejemplo, conviene explicar previamente qué es un metro construido y un metro útil, pues no todo el mundo es capaz de apreciar las diferencias. Vamos a adentrarnos en ello:
El metro cuadrado construido es todo aquel espacio que queda en el interior del perímetro de la vivienda. Esto incluye tanto paredes como elementos estructurales.
Una vez que lo sepamos, solo tienes que multiplicar este número por el precio del metro cuadrado de la zona. De esta manera, si nuestra vivienda dispone de 120 metros y se ubica en el centro de Madrid, tendrás que multiplicarlo por 3.906 €.
No obstante, además de este dato, tendremos que tener en cuenta el estado de la vivienda, así como los posibles extras (como garaje o que sea exterior) a la hora de concretar su precio final. Evidentemente también el paso de los años, con un deterioro manifiesto, afectan a toda esta cuestión.
Resulta obvio que las grandes ciudades tienen el espacio más disputado y, en consecuencia, unos metros cuadrados más caros. Al respecto, según los datos publicados por Tinsa en 2018, la comunidad de Madrid es a día de hoy la más cara de España con 2.306 euros, seguida por la balear, con 2.145 euros, mientras que la tercera sería el País Vasco con 2.226 euros.
En cambio, La Rioja con 895 euros, Castilla La Mancha, con 790 euros, y Extremadura, con 769, son las más económicas de España.
Pero hay que tener cuidado con esto, pues a veces sucede que se obtiene el valor del metro proporcionando el código postal, pero esto no es fiable. Es mucho más certero aportar datos como la calle y el número. No podemos olvidar que el código postal puede abarcar una superficie extensa, a veces un municipio entero, en el que ciertas calles gozan de un mayor nivel socioeconómico que otras que pertenecen a barrios depauperados.
El precio de la vivienda ha subido de manera general en todo el país, aunque en ciertas zonas este repunte ha sido mucho más significativo. Así, esta subida se observa sobre todo en Santa Cruz de Tenerife (con un incremento del 10,74 %), en Lleida (con un 8,01 %) y Alicante (con un 7,80 %).
En el lado opuesto encontramos a Palencia (-7,02 %), Guipúzcoa (-4,74 %) y Navarra (-4,01 %). Pero a grandes rasgos, el mapa de la vivienda en nuestro territorio muestra unos claros signos de revaloración incesante.
En definitiva, estamos ante una cuestión muy vinculada al mercado inmobiliario y que no podemos perder de vista, ya alberguemos la intención de vender una vivienda o comprarla.
Además, dicho dato cambia constantemente y está sujeto a permanentes fluctuaciones tal y como constatamos con la pasada crisis provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria. De hecho, a partir de ese momento el precio del metro cuadrado en España cayó estrepitosamente.
Así, en aquellos años de gran incertidumbre económica el precio del metro cuadrado estaba por las nubes y, en consecuencia, también las viviendas disparaban su valor.
Ahora parece que esta tendencia vuelve a situarse al alza, pero de una manera mucho más moderada y razonable. En concreto, según los datos aportados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), 2020 cerró con un precio promedio de 1.622,3 €/m². Por su parte, 2021 concluyó con un incremento, pues ya hablamos de 1.700€ m2.
Todo ello, en suma, redunda en un incremento del precio de las viviendas que parece que remonta una vez superado lo peor de la COVID-19.
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