Ya te adelantamos que la experiencia de otros te servirá para averiguar dónde está el peligro. Ya habrás imaginado que los mayores accidentes suceden cuando empiezan a caminar y se pueden golpear con infinidad de cantos. Afortunadamente, encontramos muchas formas de volver nuestros hogares más seguros.
Este es el principal motivo para acudir a urgencias e incluso a un hospital. Cantos de mesas, tropiezos con los dientes, caídas desde sillas e incluso que se precipiten por una ventana abierta o balcón, entre otros. Te pone los pelos de punta, ¿verdad? Por este motivo es importante que protejamos las esquinas de las mesas y muebles con los que se puedan lesionar gravemente nuestros niños.
Las ventanas abiertas y la cercanía de una silla e incluso un radiador sobre el que apoyarse también suponen un auténtico peligro. Conviene tenerlas cerradas o protegidas de tal manera que no puedan encaramarse a ellas.
Los niños de corta edad descubren el mundo a través de su boca y tienen tendencia a llevarse cualquier objeto que cae en sus manos hasta ella. Por lo tanto, procura que todos los juguetes sean adecuados a su edad y que no puedan fragmentarse en trozos más pequeños o que accedan a cualquier objeto punzante como agujas o clavos. Ten especial cuidado con las pelotas de goma de colores llamativos pues aunque te parezcan inofensivas tienen el tamaño perfecto para desencadenar una tragedia.
Por cierto, las pilas del mando de la tele o cualquier otro aparato conviene tenerlas muy presentes, pues se ha dado el caso de niños que se las han tragado y han tenido que recibir urgente ayuda médica.
Ingerir medicamentos o cualquier producto de limpieza también sucede con frecuencia. Por lo tanto, estamos ante otro frente que debemos vigilar. Para ello evita mantener estos productos a su alcance y guardarlos en un sitio inaccesible convenientemente cerrados.
Recuerda que ciertas plantas o flores también pueden ser tóxicas, de modo que supervisa todas las que tengas en tu casa.
Los cuchillos y herramientas afiladas han de mantenerse a buen recaudo para evitar que los cojan y se corten.
Además, hemos de ser especialmente cautelosos cuando cocinamos, pues los niños pueden acercarse con su natural curiosidad y tocar la olla o bien los fuegos. También la plancha puede ocasionar problemas ya que pueden rozarla y quemarse.
A esto se añaden las actuales estufas de pellets cuya puerta suele estar muy caliente y que fácilmente pueden tocar los más pequeños provocándose quemaduras, en ocasiones de importancia. Así que conviene colocar un protector en el frente para impedir este tipo de desenlaces.
Meter los dedos en los enchufes es un clásico y, por este motivo, se suelen colocar protecciones para evitar tentaciones.
Otro peligro al que nos abocan los tiempos actuales son los cargadores de móviles o tabletas. No en vano, mucha gente tiene la mala costumbre de llevarse el aparato, pero dejan el cargador enchufado. Todo un peligro especialmente si tenemos un niño de corta edad que se puede acercar, chupar la toma del móvil y sufrir una descarga mortal tal y como podemos leer en este suceso del que se hizo eco El Confidencial.
En definitiva, debemos ser conscientes de todos los peligros que entraña nuestro hogar y tratar de atajarlos. Es cierto que los primeros años de crianza son agotadores, pero no olvides que hay que estar alerta en todo momento y no infravalorar ningún riesgo.
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