Los errores en la decoración de interiores son tan frecuentes como fáciles de evitar. Tenerlos en cuenta para no caer en ellos marcará la diferencia entre tener un dormitorio bonito, agradable y cómodo, o no. Toma nota de los 5 errores más comunes en la decoración de una habitación.
En el equilibrio está la gracia de todo proyecto de interiorismo, también en el dormitorio. Recargar el espacio con un montón de elementos solamente hará que tu lugar de descanso resulte estresante.
Combina los elementos más recargados con otros sencillos, para evitar esa sensación de claustrofobia al entrar al dormitorio. Por ejemplo, si optas por un estampado muy recargado para la pared, elige un cabecero de cama de un color liso, para equilibrar.
La mesilla de noche cumple la función de sostener los objetos que te llevas a la cama: las gafas, el móvil, un libro… Para eso, debe contar con la superficie suficiente y estar despejada.
Si tu mesa de noche es pequeña, no la sobrecargues con una lámpara demasiado grande. Quedará desproporcionada y le restará practicidad a la mesita. Un truco para conseguir buena iluminación sin desperdiciar espacio en la mesita de noche es colocar una lámpara de pie, o colocar unos apliques LED en el cabecero.
En lo que se refiere al cabecero de la cama, puedes aplicar perfectamente la norma de “mejor que sobre a que falte”. Nunca, jamás, elijas un cabecero más estrecho que la cama. Creará un efecto visual muy raro en el dormitorio y, en lugar de enmarcar la cama, le restará importancia al mueble más relevante de la habitación.
En cuanto al modelo y a sus funciones: cabeceros con lámparas, con mesillas incorporadas, con almacenaje… Depende totalmente de ti, siempre que el cabecero sea igual o más ancho que la cama.
Desde hace muchos años, la luz fría le ha ido ganando terreno a la luz cálida. No cabe duda de que queda muy bien en la mayoría de la casa. Ofrece una mayor luminosidad y mejora la visión, lo cual es muy importante en las zonas más susceptibles de ensuciarse, como el cuarto de baño o la cocina.
Sin embargo, por muy bien que queden estas luces en el resto de la casa, el dormitorio no es su lugar. Las luces frías producen una sensación de frialdad que no queremos en nuestro lugar de descanso y confort.
Las luces más apropiadas para el dormitorio son las cálidas o, como mucho, las naturales. Estas ayudan a crear un espacio acogedor, tranquilo y agradable.
Si quieres potenciar ese efecto de calidez, añade algunos puntos de luz cálida adicionales, en las mesillas de noche o mediante lámparas de pie estratégicamente ubicadas.
El último de los errores típicos en la decoración del dormitorio que mencionaremos, y que no debes cometer, es el de introducir muebles al azar, sin haber planificado el espacio.
Antes de ir a la tienda y comprar los primeros muebles que te entren por los ojos, es importante que te sientes a pensar, medidas en mano, qué tamaño deben tener y cómo deben ser para aprovechar mejor el espacio.
Por ejemplo, en un dormitorio con poco espacio, una cama king size no será la mejor opción, ya que necesitarás espacio a ambos lados para el paso.
En algunos espacios, un armario con las puertas abatibles resulta muy incómodo. En esos casos, será mejor un armario de puertas correderas.
Por otro lado, si no tienes suficiente espacio de almacenaje, una cama con arcón o con cajones laterales puede ser muy útil.
Estos son solo tres ejemplos de casos en los que una buena planificación puede marcar la diferencia en la comodidad de tu dormitorio.
Sea cual sea el tipo de diseño que escojas para tu habitación, evitar los típicos errores en la decoración del dormitorio te ayudará a crear un espacio práctico, confortable, agradable y relajante.
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