Ya te adelantamos que este texto se nos va a quedar corto a la hora de explicar todas las posibilidades de limpieza que nos ofrece este producto. Pero ¿qué es el bicarbonato? Estamos ante una sustancia de fácil disolución en agua y que es sumamente abrasiva. Por este motivo, resulta perfecto para eliminar todo tipo de manchas y solucionar muchos de los problemas típicos que nos surgen en el hogar. Vamos a verlos de manera rápida.
No hace falta recurrir a un producto de limpieza convencional para poder acabar con la grasa de los platos, las sartenes o dejar reluciente el interior del horno. En el caso de este último, solo tienes que echar un poco de bicarbonato dentro del electrodoméstico, lo rocias con agua para que se humedezca bien y dejas que vaya haciendo efecto durante un par de horas. Después lo retiras con una esponja e incluso con algo de vinagre.
Sin duda, este es uno de los tipos de mancha que más tememos. Pero el bicarbonato puede prestarnos una ayuda crucial. No en vano, esta sustancia es capaz de eliminar el incómodo olor. Para ello lo espolvoreamos con generosidad, aplicamos un poco de agua y lo dejamos trabajar durante toda una noche. Por la mañana, lo recogemos y luego pasamos la aspiradora para asegurarnos de que no quedan restos de producto.
Suele suceder que con el transcurso del tiempo nuestra cubertería no luzca tan bonita y brillante como al principio. No pasa nada. Podemos recurrir a una mezcla de bicarbonato con zumo de limón. La frotamos con un trapo y quedarán impolutas.
Una de la particularidades del bicarbonato es que proporciona un mayor equilibrio al pH del agua y ello contribuye dejar la ropa más limpia, fresca y brillante. Por lo tanto, para disfrutar de sus beneficios, incorpora media taza a cada lavado junto a tu detergente líquido.
Una de las suciedades más persistentes la solemos encontrar en el baño. Es en este espacio donde muchos sacamos el armamento más pesado de nuestro armario de productos de limpieza para dejarlo impoluto. Muchos de ellos desprenden fuertes aromas y pueden resultar tóxicos si no los usamos correctamente. Esto no sucede con el bicarbonato que, además, resulta eficaz contra la cal, las manchas de moho y la suciedad que se acumula en la bañera.
Solo tienes que formar una pasta de bicarbonato de sodio ya sea con agua simplemente o mezclado con vinagre para acabar con todos estos restos con un estropajo o trapo. En la taza del retrete puedes optar por echar esta misma mezcla, déjala actuar durante varias horas y luego frotas con el cepillo del baño. Ya verás cómo se habrá desprendido la cal del fondo.
Sin duda, el bicarbonato de sodio se ha ganado por derecho propio un hueco entre nuestros productos de limpieza favoritos. No en vano, y como apuntábamos al principio, estamos ante una sustancia polivalente que es respetuosa con el medio ambiente, además de ser muy eficaz.
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