Lo cierto es que las mujeres de antaño ya estaban al tanto de esta manera de limpiar, pues muchas de ellas recurrían a unos pocos productos como el vinagre, el limón o el bicarbonato de sodio para limpiar el hogar de cabo a rabo y, cómo no, dejarlo impoluto. Pero las nuevas generaciones no tardaron en reemplazarlos por otros más innovadores que, aunque eficaces, pueden presentar inconvenientes por su elevada presencia de químicos.
Así, los artículos de limpieza convencionales suelen contener sustancias tóxicas y contaminantes que pueden tener efectos –algunos de ellos graves– en nuestra salud.
Dicho todo esto, vamos a resumir las razones que amparan una vuelta a los básicos más naturales:
Cada vez resulta más fácil apostar por este estilo de limpieza pues diversos fabricantes han emergido con el claro propósito de ofrecernos estos productos de manera cómoda y sencilla. Además, muchos de ellos se han visto aupados por el fuerte movimiento “Residuo Cero” (Zero Waste) que busca alternativas que no dejen basura como plásticos y envases en el entorno pues no todos ellos se reciclan.
Así, los podemos encontrar en formatos de cartón o vidrio pues resultan embalajes sumamente respetuosos con el medio ambiente.
A esto se suma, que existen infinidad de libros con recetas para elaborar tus productos de limpieza, como este publicado por la Editorial Alianza.
Toma nota de estos productos:
Por supuesto, es posible que no quieras complicarte la vida. Por este motivo, siempre podrás recurrir a productos de limpieza que luzcan la etiqueta europea Ecolabel que garantiza que el artículo ha pasado por rigurosos controles.
En suma, si te gusta que tu hogar desprenda un olor natural y no concentre tóxicos, esta clase de productos te encantarán y, además, te sorprenderán por su gran poder de limpieza.
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