Ten presente que pasamos fácilmente una media de ocho horas diarias sentados frente a la pantalla. Si la silla no es la adecuada podemos padecer dolores lumbares y de cuello derivados de las malas posturas. Por lo tanto, no se trata de una mera cuestión de comodidad, sino más bien de salud. Vamos con nuestros consejos para no errar en la elección.
Silla regulable y lo más ajustable posible, sobre todo en aspectos como la altura.
Apoyo de la zona lumbar.
Respaldo reclinable que se pueda adaptar a nuestra columna vertebral.
Incorporación del sistema SINCRO. ¿Qué significa esto último? Pues básicamente que el respaldo se inclina en un movimiento sincronizado con el asiento. De esta manera favorecemos el movimiento natural del cuerpo y evitamos permanecer excesivas horas en la misma agotadora posición.
Asegúrate de que las ruedas son de poliuretano pues son específicas para suelos blandos y no acabará presentando rayaduras por culpa de los desplazamientos con la silla.
Cerciórate de que los mecanismos que la componen son de calidad.
La estructura del asiento ha de ser sólida pues queremos que nos aguante el máximo tiempo posible.
Ten en cuenta cómo es la tela del tapizado. Conviene subrayar que son recomendables los textiles transpirables que resulten frescos a pesar del verano. Quizás no sepas que la malla sintética es muy transpirable y que, en consecuencia, resulta ideal para la parte del respaldo.
¿Y qué pasa con los reposabrazos? ¿Son necesarios? Pues a este respecto debes saber que son totalmente recomendables pues ayudan a mantener una postura correcta, así como mantener la espalda, los hombros y el cuello mucho más relajados. Pero evidentemente ocupan más espacio y es probable que no dispongamos de él. En ese caso tocaría prescindir de este elemento.
No hay razón alguna para que tengamos que sacrificar la estética en pro de la comodidad y una higiene postural. De hecho, el mercado ofrece excelentes soluciones que aúnan todos estos aspectos. Sin duda, este detalle es importante si te toca ubicar tu despacho o puesto de teletrabajo en el mismo salón, en el comedor o un espacio de la cocina. Así, puedes encontrar sillas modernas, minimalistas, de corte industrial… Estamos seguros de que encontrarás la tuya.
Conviene, además, que tengas muy en cuenta detalles como la altura de la mesa o la posición de la pantalla del ordenador. Puedes, asimismo, hacerte con un reposapiés pues este sencillo artilugio, que puede parecerte un tanto inútil a priori, resulta esencial para mantener las piernas en la posición correcta.
En suma, no hay que teletrabajar de cualquier forma y si esta opción ha llegado a tu vida para quedarse, tómate muy en serio estos consejos.
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